EDUCACIÓN PARA LOS ADULTOS
Marco Antonio Figueroa Quinto
"No progresas mejorando lo que ya esta hecho, sino esforzándote por lograr lo que aun queda por hacer." Khalil Gibrán
Sin duda que recordar acciones que marcaron al país en estrategias serias y eficaces sobre la gran problemática que representa el analfabetismo, es una de la mayores empresas que se han emprendido no solo en la entidad, sino en todo el territorio mexicano lo que dio origen a lo que hoy todos conocen como el Instituto Nacional de la Educación de los Adultos (INEA) y localmente el Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA). Recuerdo que el doctor Gonzalo Aguirre Beltrán, primer Delegado Estatal de los Servicios Educativos a Descentralizar en Veracruz –Hoy Secretaría de Educación en Veracruz (SEV)- en julio de 1978 al seleccionar inicialmente a los profesionales que se encargarían de llevar la responsabilidad del Programa Nacional Educativo “Educación Para Todos” (que comprendía tres subprogramas: Educación para todos los niños, Castellanización y Educación para los adultos) en las ocho regiones iniciales en que se dividió nuestra entidad veracruzana, advirtió que tal distinción no solo era una oportunidad de servir al país, sino que sería un momento histórico por todo lo que dichas acciones a realizar se efectuarían, y que pese a las bondades del mismo, se tendría que luchar “contra corriente” ante las inercias que representaban los enemigos del progreso; los que agazapados en las distintas trincheras de la sociedad pondrían los mayores obstáculos a enfrentar. Confiando en la verticalidad, entusiasmo y entereza de estos singulares funcionarios contagió con su visión y trascendental responsabilidad, iniciándose en cada parte del territorio tales acciones, la que en la marcha y gracias a las evaluaciones metódicas y periódicas se pudo conocer los alcances y limitaciones que se tendrían en tal proyecto, dejando la responsabilidad de la educación para todos los niños a la estructura con que se contaba, la que fue dividida en lineamientos de escuelas federales y estatales; en la Dirección de Educación Federal y Dirección de Educación Popular respectivamente. Castellanización para un organismo fundado por el mismo titular de la educación en Veracruz: el Instituto Nacional Indigenista (INI), dejando finalmente todo lo referente a la educación de los adultos bajo la responsabilidad de los nuevos estrategas y operarios educativos, pues si bien es cierto había un servicio al respecto, estos eran limitados y selectivos, lo que mantenía los índices de analfabetismo y primaria sin concluir entre la población mayor de quince años, muy altos, lo que resultaba inconcebible, para una entidad que se sentía orgullosa de su pasado y de sus instituciones educativas. Pese a lo simbólico del presupuesto para atacar frontalmente esta problemática, la respuesta de la sociedad civil fue de apoyo y entusiasmo, y contando con materiales didácticos novedosos y propios para los primeros usuarios de este servicio, se dieron los primeros resultados halagüeños, reforzando tal dinámica con mejores materiales, haciendo llegar a los usuarios los avances del programa educativo del brasileño Paulo Freyre, vía La Palabra Generadora, que tuvo sus impulsores, detractores y defensores, pero en la operatividad cumplió su cometido. Sin duda que las iniciativas de mejorar servicios y acciones en la educación para los adultos implementados por Aguirre Beltrán fueron mal entendidas y en cierta forma no acatadas por los operarios centrales del programa, pues este humanista se adelantaba a sus tiempos y expresaba que para abatir estos fuertes rezagos, se debería hacer hasta lo imposible, cuestión no entendida aún, pues el burocratismo, mediocridad y la dejadez de muchos, incrementó tales cifras. Desde hace más de treinta años las cifras manejadas por autoridades educativas de nuestra entidad, relacionadas con la problemática de la Educación para los Adultos, a nuestro parecer suenan más a un optimismo de fin de período gubernamental que a la realidad que estamos viviendo, si bien es cierto que Veracruz tiene una población analfabeta que oscila entre 10 y 12%, es poco creíble que se haya abatido esta cifra y alegremente pregonemos que esta cantidad se redujo a una mínima de 2.8%, contando solamente con los recursos educativos disponibles (IVEA y Educación de los adultos institucionalizada de la SEC), lo que consideramos debe reflexionarse seriamente, ya que la realidad circundante nos muestra lo alejado que estamos de dichas metas y la responsabilidad que debemos encarar todos, si deseamos realmente terminar con esta afrenta, la que por décadas seguimos detentando. Los veracruzanos tan acostumbrados estamos de las mentiras de nuestras autoridades y gobernantes, que escépticos hemos quedado ante este problema social vergonzante, donde muchos egresados de las diferentes normales y facultades formadoras de docentes siguen desempleados, pudiendo ser contratados para abatir estos rezagos que son lastimosos, pero no, los gastos de las campañas políticas son más importantes. ¡Que absurdo! El próximo 8 de septiembre al conmemorarse el LXV Aniversario del inicio de la Campaña Nacional de Alfabetización y el XXXVI Aniversario del Día Internacional de la Alfabetización, tendremos la oportunidad de escuchar a distintos agentes involucrados con esta situación, magnífico escenario para nuestras autoridades, las que volverán a mentir al respecto, pues al no haber actuado con humildad y escuchar planteamientos serios de muchos que hemos externado con conocimiento de causa, quizá hubiesen actuado acorde a ello y no magnificar su actuación en este rubro, que sabemos de su dificultad y problemática, porque de ser cierto que solo en el renglón de analfabetismo se alfabetizaron 500 000 veracruzanos, dejando como herencia 200 000 para terminar este sexenio (sin descuidar primaria, ), diríamos que los responsables de ello son unos “genios” los que deberían continuar en su cargo, dependencia que solo tendría tres años más de acción (como máximo, ya que con su exitosa experiencia lo harían en menos tiempo), para pregonar en plenitud que Veracruz sería la primera entidad de abatir el analfabetismo en un 100%, lo que suena falso, engañoso, y atenta contra la inteligencia de cualquier ciudadano medianamente informado sobre el tema. Aprovecho la ocasión para recordar al filósofo Cleóbulo, quien externó en su momento que “Nada hay tan común en el mundo como la ignorancia y los charlatanes”, viene al caso esa máxima por lo complicado, diverso y problemático de nuestro entorno, no solo por las dificultades geográficas del territorio, sino lo complicado de tratar con una población en donde se asentaron doce diferentes etnias, sus derivados costumbristas, población negra y diferentes tipos de mestizos que la habitan, originando distintas sociedades con características propias que hacen de Veracruz un mosaico de significados profundos, claros simbolismos y contextos culturales tradicionales, los que limitarán o posibilitarán los proyectos encaminados a incorporarlos a una cultura moderna, civilizada y globalizadora, la que no siempre responderá a sus intereses o valores, ni superará la marginación heredada por nuestros ancestros. El primer paso es quizá el aspecto neurálgico de todo programa que busca beneficios para poblaciones consideradas menos favorecidas, la comprensión del cuadro conceptual en el que se encuentra su ancestral coherencia, creencias y simbolismos que los anima para percibir el mundo y sus esfuerzos por mejorarlos y cambiarlos, punto de partida que lamentablemente no es tomado en cuenta, lo que conduce esfuerzos institucionales en programas estériles, incompletos y lleno de falsedades, convirtiendo esta aspiración en inconsistentes cifras y dolorosos desengaños para nuestros coterráneos, los que no merecen mas de lo mismo. Por ello estamos proponiendo que todos los involucrados en esta afrenta social, lo tratemos de manera ambiciosa en su esencia, real en su concepción, dinámica en su praxis y productiva en sus resultados, basados en seria interrelación interinstitucional como producto del verdadero interés del ejecutivo en turno, pleno conocimiento del área a tratar por el encargado de tales programas, eficiente personal para cumplir con la encomienda y suficientes recursos para enfrentar las eventualidades que se presenten. El analfabetismo sigue imperando por todo el territorio nacional, agudizándose esta problemática no solo en regiones indígenas y zonas eminentemente agrícolas, sino que hoy invade las grandes metrópolis lo que debe de ser una ofensa para gobiernos que se aprecien de ser progresistas y cultos, por lo que se deben implementar nuevas estrategias y comisionar a nuevas personas para erradicar de una vez este flagelo social. Recordemos que el 8 de septiembre de 1965 reunidos los ministros de educación de 88 países miembros de la UNESCO en Teherán instituyeron este día como Día Internacional de Alfabetización, donde se sentaron las bases para librar a la humanidad del lastre del analfabetismo. Es menester decir que el Prof. Rafael Ramírez Castañeda se adelanto a estos acuerdos Internacionales y con la Escuela Rural, misionero de las primeras letras y los conocimientos rudimentarios, y de la unión de la enseñanza de la lectura y la escritura con las practicas agropecuarias y de artesanía, salubridad y recreación, sentó las bases para vincular la acción benéfica de la educación a la comunidad. Los herederos de Ramírez Castañeda son pocos, y muchas veces son perseguidos por sus acciones benéficas para las comunidades donde se asientan, ya que trastocan intereses que no convienen a los mismos explotadores de siempre, lo que es un desatino. Esperaremos a que todo esto cambie por el bien de nuestra población de Veracruz y de México. Experiencias que tanto aportaron a la sociedad mexicana, pronto fueron dejadas en el desuso, gobernantes frívolos y con una serie de traumas ancestrales, ubicaron a nefastos extranjeros venidos de Sudamérica en mandos directivos de la Educación de nuestro país, dando al traste con los logros alcanzados, entrando a una etapa de confusión y retroceso que hizo que se incrementase el analfabetismo, deserción escolar y un bajo rendimiento académico; problemática que se agudizo con la triste corrupción de autoridades educativas y gobernantes que sin escrúpulos festejaran cifras irreales, ahí quedan los datos que proporciono el Presidente Gustavo Díaz Ordaz y reafirmo el Lic. Agustín Yánez, Secretario de Educación Publica, y la erradicación de analfabetismo en varias entidades del país, costumbre que siguió en el Echeverriato, tan es así, que cuando el equipo técnico que acompañó a Gonzalo Aguirre Beltrán a efectuar responsablemente el Primer Diagnóstico Educativo en Veracruz, se sorprendió con las escandalosas cifras de adultos sin conocer el alfabeto, y más de aquellos que no habían concluido su educación básica, y de mayor dimensión en las zonas indígenas. Hoy las autoridades encargadas de esta patriótica encomienda deben actuar con seriedad y prudencia. Debiendo conocer lo referente a esta situación, reconocer con valentía que la mayor parte de los mexicanos adultos siguen siendo alfabetizados de manera rudimentaria, no por los materiales o metodología empleada, sino por “ahorrar” el pago de sueldos a profesionales que harían esta labor eficiente. Es ético reconocer que de cada 100 personas mayores de 8 años, 12 o 13 todavía son analfabetas, por lo que todos tenemos que hacer la parte que nos toca. Hace unos ayeres el Instituto Veracruzano Para la Educación de los Adultos, (IVEA) informo que actualmente 44709 adultos en 201 municipios de la entidad se están alfabetizando 38795 son usuarios en su primaria dentro de 208 municipios y en estos mismos 32722 fueron inscritos en secundaria, haciendo un total de 116, 226 adultos atendidos, pero de estos ¿Cuántos realmente están avanzando en su preparación? ¿Cuántos se han alfabetizado? ¿Quiénes atienden a los adultos? ¿Cuáles la preparación de los instructores? ¿Qué cantidad de recursos se destinan para este programa educativo?, las interrogantes deben de ser, contestadas, no se debe continuar con falsedades y menos cuando los ayuntamientos y sociedad civil se interesan en la solución a esta “Vergüenza Nacional”, la que no debe ser. Autoridades del INEA, reconocieron que hay en el país 32 millones de personas mayores de 15 años que aún son analfabetas, no terminaron primaria o secundaria, reconociendo que a través de ellos se atiende actualmente a tres millones de personas y se otorgan 700,000 certificados de estudios de los cuales 300,000 son de Secundaria. El grave rezago educativo debe ser atendido con prontitud, apoyar a todos los que se involucran en esta cruzada sin protagonismos ni intereses mezquinos, castigando a los vívales que se enriquecen con esta situación, ahí queda la triste experiencia del quebranto millonario detectado en Minatitlán donde se dieron nombres y hechos, pero no sucedió nada, ya que un sindicalismo mal entendido cubrió dichos engaños y fraudes, continuando la Educación de los Adultos igual que siempre. Por ello debemos considerar uno de los retos mas importantes y relevante en la vida de los mexicanos el acabar de una vez por todas con el analfabetismo, ya que esto constituye la negación misma del hombre además de ser una vergüenza general para todos, ya que a una década de iniciar el siglo XXI, en los umbrales de un Nuevo Milenio, la problemática prevalece y cobra en muchos de los casos mayor intensidad. Al hablar de la Educación para los Adultos se debe reconocer que los programas implementados todavía dejan muchas interrogantes, pero la aspiración que debemos alcanzar, conservar y desarrollar es vincular esta, con las necesidades de la vida actual para que los esfuerzos que se efectúan en este renglón tengan la contundencia de eficacia y efectividad que se requiere, ya basta de conformarnos con pinceladas y remiendos que no solo detienen el avance de nuestra sociedad, sino que lo llevan a un retroceso vergonzante y anormal, más en estos momentos de crisis educativa, donde la deserción en las escuelas va en aumento, lo que es grave y preocupante. La educación de adultos debe contribuir al mejoramiento integral, continúo y sistemático del entorno veracruzano, para ello es necesario abrir los ojos a la realidad y reconocer que si algo estamos haciendo todavía falta mucho por hacer y consolidar. Se deben reconocer los esfuerzos hasta hoy efectuados, rescatar las placenteras experiencias, descartar y desechar las acciones negativas pero lo mas importante es establecer nuevos lineamientos que nos harán eficientizar mejor todos los recursos: técnicos, materiales y humanos, lo que posibilitara la confianza entre todos los involucrados en esta problemática. Parece ser que con la creación de alternativas tecnológicas se puede garantizar la superación de obstáculos internos localizados en el carácter escolar de la oferta educativa, frente a los problemas cuantitativos y con ello que la expansión creciente de los Sistemas Educativos se logre una mejor distribución de las oportunidades educacionales, con lo cual se facilitara abrir cada vez mas a las capas sociales. Lo que se requiere es generar hombres capaces de modificar las estructuras en las que están insertos para forjar nuevas formas de vida, en este sentido la función social de los sistemas abiertos es quizás más importante que la de los sistemas escolarizados. Por ellos los sistemas abiertos se proponen a mejorar el nivel de vida las clases subalternas a partir de los esfuerzos de los propios sectores populares, con énfasis en acciones de desarrollo comunitario. Si no existe una política continua, dinámica y coherente que impulse e integre las diferentes acciones sectoriales, la educación no podrá producirla por si misma. Para brindar atención a los adultos el grupo promotor debe organizar al grupo popular y de ahí estos últimos deben decidir, dirigir, darle sentido a todo el proceso desde su origen y el grupo promotor solo debe proporcionar los elementos necesarios para la participación popular. Por ultimo para que puedan existir proyectos de educación para adultos que se orienten al trabajo productivo es necesario que los trabajadores ofrezcan una clara y articulada proposición sobre capacitación y adiestramiento. Es necesario que el proyecto educativo refleje la autonomía del sector obrero organizado a fin de que pueda generar un pensamiento propio que se presente como alternativo ante los programas implantados, la eficacia de dichos programas esta en función de la forma en que gradualmente asimilan los intereses y las tradiciones de la clase trabajadora. La participación directa de los propios adultos en la concepción de un proyecto de esta naturaleza garantiza una aceptación no pasiva de las acciones generadas por parte de las empresas o del Estado. Por lo tanto los trabajadores deben obligatoriamente someterse a la actividad capacitadora, ya que de esa manera se responderá al interés social y nacional. Consideramos que el voluntariado con el mejor y mayor entusiasmo, nunca podrá advertir estas cuestiones, las que son básicas para la permanencia, continuidad y mejoramiento del adulto en su entorno, por ello es la alta deserción y fracaso de todos los intentos hechos. Dos son los aspectos que determinan la situación actual de la alfabetización y la educación de los adultos en nuestro territorio, su evaluación y avances de los programas, los que se relacionan intrínsecamente. La evaluación que se haga de todo lo relacionado a estos aspectos deberán basarse en renglones cuantitativos y cualitativos – los que ya elaborados tienen gran importancia-, debiendo analizarse otras aristas como serian la periodicidad, contundencia, temporalidad, costos, solidaridad y amor hacia las acciones que se emprendan que son un punto vital en los destinos del país. Quizá sea utópico hablas de cuestiones que son difícil de cuantificar y calificar, pero es necesario incluirla en la concepción de esta problemática, ya que si no existen aspectos de esta índole todas las acciones, estrategias, planes y proyectos que se instrumenten tendrán un rotundo fracaso. La incertidumbre sobre la optimización de recursos ha sido mal encausada, no se debió desvincular la alfabetización y la educación de los adultos con la practica docente, lo anterior propicio nueva generación de profesionales técnicos y teóricos innumerable pléyade de supuestos voluntarios, los que al burocratizarse retardan los efectos benéficos del alfabeto, primaria intensiva, secundaria abierta y capacitación por y para el trabajo que las generaciones de personas mayores de 15 años deben tener, todo por la mala planeación, falta de información, supuestos escrúpulos sobre la actitud de los docentes y la lucha de clases existente. No se concibe que estos trabajos andróginos tan delicados los que merecen mayor actitud, conocimiento, experiencia y vocación, hayan sido depositados en toda su responsabilidad en persona muchas de las veces ajenas a la docencia labores de instrucción y sin mística social y en mucho de los casos aprovechándose de las bondades de este programa para provecho mezquino y personal. Por ello reitero que la evaluación y el avance de los programas actuales, no son confiables, ya que en su mayoría son una falacia. En la actualidad pretender establecer un compromiso con la sociedad para que la alfabetización y la educación de adultos se dé de manera espontánea, participativa, comunal y desinteresada lo vemos bastante difícil, hoy como nunca, inmersos en la vorágine económica mundial, vemos la actitud deshumanizada de las mayorías, que observando, sintiendo y siendo vulnerado en su economía, incursiona e diversas actividades con tintes capitalistas en su afán de compensar dichas agresiones. En el pasado la historia nos muestra que los únicos y verdaderos que profesan el apostolado en nuestra sociedad han sido buenos maestros, ni siquiera los evangélicos, eclesiásticos y demás religiosos eran desinteresados, ya que su labor propiamente dicha fue de evangelizar, fanatizar y convencer a nuestros ancestros a sus creencias y de esta manera coadyuvaron en sus apetitos de colonización. Seguro estoy, que en la actualidad siguen existiendo docentes con mística social, preocupación por sus semejantes y ética profesional por lo que se propone: Que se revalore la actividad de alfabetizar y proporcionar educación para los adultos tarea que no debe dejarse al profesionista sin convicción ni conciencia social, tampoco a voluntariado mal instruido y capacitado, tenemos que motivar, instruir, actualizar y mejorar las condiciones de los profesionales encargados de dichas tareas, los que indudablemente mejorarán las condiciones, no solo de los veracruzanos marginados, sino de todos aquellos que comparten su espacio vital, social y económico. La alfabetización y la educación del adulto debe ser atendida por profesionales de la educación, herederos de la tradición y programas de la Heroica Escuela Rural Mexicana, docentes con autentica vocación de servicio, muchos de ellos ignorados, vilipendiados y mal pagados, que con logros en el pasado no han podido ni serán igualados, para ello es necesario invitar a participar a docentes con experiencias en estas lides, lo que sin duda enriquecerá la acción alfabetizadora. Deberán replantearse programas, planes, metas y objetivos relacionados con la alfabetización y la educación del adulto en estrecha relación con los diversos programas de mejoras (progresa, oportunidades, etc.) hacia los menos favorecidos, poniendo como condición, su instrucción, capacitación y pleno desarrollo. Tendrán que involucrarse todas las dependencias de tipo asistencial, ya que no se apoyaran a los adultos que no incursionen en los beneficios de su educación y preparación de los suyos, por ultimo. Se implementara un programa de servicio social a todos los que egresen de las escuelas relacionadas con la educación, fijándose una meta mínima anual de atender a 10 adultos, lo que se comprobara basándose en las estrategias que los docentes responsables de dichas cuestiones implementen no hacerlo así, es continuar inmerso en un país de ignorancia y corrupción. Con las dependencias involucradas en este proyecto, establecer una serie de estímulos que propicien al adulto ver a la educación no solo como algo necesario para incorporarse a la vida actual, sino que les motive para mejorar sus ingresos, hábitos alimenticios, mejor vivienda y vestuario adecuado de manera inmediata, compartiendo dichos beneficios en familia. Establecer alternativas de mejoramiento al concluir ciclos de estudio, motivantes para un proceso de aprendizaje continuo. No hacerlo así, es necedad y perversión. ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com