LA EDUCACIÓN DE NUESTRA ENTIDAD ¿VA PARA ADELANTE?

Por  Marco Antonio Figueroa Quinto

* ¿Somos un estado donde la educación va para adelante con objetivos bien definidos?
 * No se respetan fortalezas y debilidades de educandos como sector de la sociedad
* Las cifras del censo 2010 mantiene a Veracruz con una de las tasas más altas de analfabetismo

Hace unos días se efectuó la toma de protesta del Consejo del Sistema Veracruzano de Formación Continua y Superación Profesional de Maestros en Servicio, con esto –dicen-que se da un paso más para posicionar a Veracruz como un estado en donde la educación va para adelante con objetivos y programas bien definidos, aseveró el secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, quien tomó protesta a los integrantes del Consejo en representación del gobernador Javier Duarte de Ochoa. Esperemos que tales expectativas se logren, pues nuestra entidad no solo necesita de la capacitación de los docentes, la que debería comenzar por los directivos de ésta, para conocer realmente en donde están las fortalezas y debilidades de este importante sector de nuestra sociedad. Para nadie es un secreto que la entidad veracruzana presenta uno de los rezagos educativos más vergonzosos en el país. Las cifras del censo 2010 nos mantienen todavía en unas de las tasas más altas de analfabetismo entre la población mayor de quince años, alto ausentismo escolar, deserción y bajo aprovechamiento. Lo anterior que debería de ser un indicador para detonar nuevas estrategias y erradicar de una vez por todas este cáncer social –el que se agudiza en los municipios con alta población indígena-, parece no existir para nuestra autoridades, y como siempre culpando de tal problemática a los operarios de los programas y planes, programas y planes elaborados por entes ajenos a nuestra realidad social imperante, muchos de ellos anacrónicos, caducos y retrógrados. Si bien es cierto que las cosas no se realizan por tres motivos: porque no se sabe, porque no se puede y porque no se quiere, es esto último lo que debe imperar para que podamos realizar acciones en beneficio de nuestros hermanos, recordemos que “querer es poder” y en la actualidad mucha de nuestra población no solo no tienen acceso al abecedario, sino que todavía no los integramos al idioma español, lo que constituye una afrenta a ese sector de la población, y a docentes y profesionales, que dominando tan añejo asunto con capacidad, conocimiento y sabiduría, los que son ignorados, colocando en lugares estratégicos de planeación, organización, control, dirección, supervisión y ejecución a noveles profesionales; que en su improvisación no podrán con dicha responsabilidad, ni aquellos que siempre hacen lo mismo, y si así se continua, se obtendrá lo mismo, que es lo que no se desea; pues la exitosa experiencia no se obtiene con los que han contribuido a tal desatino. Por nuestra parte seguiremos pugnando por que se ofrezca una educación básica de calidad para las nuevas generaciones de nuestro estado, lograr que todos los niños y jóvenes asistan y permanezcan en la escuela, y que las instituciones responsables de ofrecer esta enseñanza, cuenten con los mínimos necesario en términos de infraestructura, equipamiento, materiales y obviamente –coincidimos con las autoridades- una auténtica capacitación de los docentes. Actualmente se implementan cursos, cursillos y talleres para los docentes de tipo estandarizados, no existe un estudio previo de las necesidades específicas de tal personal “beneficiado”, originando que dichos proyectos de capacitación y beneficio para los escolapios a través de sus mentores, sean estériles y de poca productividad; los resultados están a la vista de todos. Lo anterior que de por sí es grave, se suman las enormes carencias materiales que cada una de las células educativas presenta, lo que debe ser una prioridad para exigir. Los funcionarios que deberían resolver carencias materiales de cada uno de las escuelas, tratan de maquillar todo lo referente al mejoramiento integral de las instituciones transmisoras de saberes, lo que repercutirá en cifras negativas en nuestro estado. Recuerdo las experiencias educativas vividas al lado del Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán (+), Mtro. Marcelo Ramírez Ramírez (Rector de una Escuela particular de Estudios superiores) y Wilfrido Sánchez Márquez (Presidente de la Academia Mexicana de la Educación en Veracruz), que al frente de la USED (antecedente de lo que hoy es la SEV) diseñamos e instrumentamos un diagnóstico que se pudo cuantificar y calificar el problema de la exclusión escolar entre niños y jóvenes; los que cursaron la educación básica obligatoria; que incluyó educación preescolar, primaria y secundaria. De igual manera identificamos las principales causas de esta exclusión, responsabilidad que recaía en el sistema que los excluía. Al compartir el estudio y resultados del diagnóstico cualitativo, donde investigamos las distintas causas que llevaban a que niños y niñas en edad escolar no asistiesen a la escuela, dentro de contextos familiares, socioeconómicos y territoriales; de este último sobresalió presencia o ausencia de escuelas, medio de comunicación intransitables, trayectos lejanos para llegar a los centros de estudios y otros detalles específicos, y así se realizó sobre el trabajo docente, reforzamiento donde hacía falta, evitar dualidad en funciones, inclusión en acciones, fundación donde hacía falta, e inclusive cierre de escuelas (donde no había demanda). Como anécdota podemos decir que encontramos maestro y directivos de escuelas de educación indígena que no hablaban la lengua indígena respectiva al lugar asignado ¡Un absurdo! así como falta de muchos recursos para los niños indígenas, situación que en este siglo XXI no ha cambiado lo que hace que el rezago educativo en los municipios – que afortunadamente – donde conservan personas que manejan todavía alguna lengua autóctona, sean de los más atrasados, a la vez vemos que  los encargados de la educación nada saben de ello ¡lo que no se vale! ¿O sí? ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com