Nada nuevo bajo el sol

¿INCONFORMIDAD CIUDADANA O SIMPLE DESEO DE PROTAGONISMO?

Marco Antonio Figueroa Quinto



Hace unos años en procesos de organización y alianzas con individuos que deseaban participar activamente en cuestiones sociales, supuestamente con propósitos desinteresados y un tanto patrióticas, me di cuenta que muchos de ellos solo buscaban notoriedad y aprovechar las circunstancias para alcanzar fines un tanto particulares y egoístas. Esos que se autodenominaban idealistas y con dignidad, tipos sin principios ni valores; ahora los veo incrustados en el gobierno, sintiéndose realizados, ya que están actualmente donde siempre lo desearon, disfrutando migajas de poder, dinero y un supuesto prestigio que solo ellos lo perciben. La mayoría de estos entes; serviles y sinvergüenzas dejan a su paso una estela de hediondez y miseria que no es percibida por ellos, sino por quienes los rodeamos ¡Infelices! Estas experiencias llegan a mi mente ahora que esta de moda resaltar la inconformidad de muchos de los integrantes de la llamada sociedad civil -lo que no debe de ser un engaño más-, principalmente contra los partidos políticos existentes, pues las decisiones de tales organismos, por lo regular erróneas, perversas y convenencieras, van cerrando capítulos de deshonra, deshonor y nepotismo, hacia ciertos individuos, que los hace aparecer como adalides de causas justas, creativas y dignas, sin serlo; lo que ha originado llevar a niveles excelsos a personajes políticos que han deteriorado la convivencia humana en todos sus ámbitos de gobierno, pervirtiendo la actuación de los principales órganos de control (el ejemplo más palpable es el IFE y todos los organismos electorales existentes, donde los partidos políticos se despachan con “la cuchara grande”) y dejando una huella difícil de borrar entre las nuevas generaciones, que ven tales paradigmas como los caminos a seguir, lo que lleva al traste todos los esfuerzos que padres y docentes responsable y dignos efectúan, pues si la palabra es poderosa, lo hechos las pulverizan. Estamos de acuerdo que hoy más que nunca debemos asistir a las urnas a votar, no darles ese margen de negociación a las autoridades electorales, que al cumplir consignas de quienes los elevaron a esos puestos –percibiendo salarios inimaginables, y demás componendas- pretendan seguir manteniendo el registro a partidos políticos que nada aportan a la democracia, sino deshonor y vergüenza. Hay que considerar que el 2% es el mínimo necesario para obtener y/o conservar el registro ante el IFE. Por lo tanto, si aumentamos el universo de votos contenidos en la urna, el porcentaje a favor de ese partido disminuirá. Por lo que si no estamos de acuerdo con ninguna de las propuestas o candidatos, una opción que tenemos para deshacernos de esos vivales y que sus partidos pierdan el registro, es que en lugar de abstenernos, anulemos el voto. Si consideramos que se estima un 70% de abstencionismo, cambiemos la historia y en lugar de 70% de no ir a votar, seamos 70% de votos nulos. El voto nulo no elige a nadie, pero cuenta y cuenta mucho porque baja el porcentaje de participación económica de cada partido ante el IFE. Así que en esta elección si tú no querías ir a la casilla a votar, por flojera o cualquier otra razón, piensa ¿qué será mejor? Decirles: “Estoy conforme con quien resulte el ganador y no me importa quién sea.” O que les digas: “¡No! Ninguno de los que me pones me gusta o ninguno me satisface, y te voy a bajar el sueldo o a quitar el registro. Si aún no se tiene edad para emitir el voto, comentémoslo con los adultos cercanos a uno. Esperando que cuando por edad llegues a sufragar, esto ya sea diferente para los de tu generación y las que te seguirán. A los políticos actuales, esos que están incrustados en los partidos políticos, o han logrado sus cargos al amparo de estos viviendo del presupuesto de seguro nada de lo aquí expuesto les agradará porque va en contra de tus intereses y los de sus partidos, pero vale la pena intentar un cambio en nuestro México y que los ciudadanos tengamos mas participación en la política y que los supuestos “iluminados” dejen de ser dueños y beneficiados a perpetuidad en el país. ¡Ya basta de tanto daño a nuestro país! ¡Ejerzamos nuestro derecho al sufragio con dignidad, vergüenza y coraje! Este 5 de julio deberá ser el momento preciso para acelerar el cambio que necesita nuestro sufrido país. ¿O no? ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com