La compañía que nunca faltará a los mortales en su incomprensible transitar por este planeta que se nos presta para vivir y convivir en un mundo de saberes y sabores es: La soberbia; sentimiento perteneciente a los conocidos pecados capitales, que consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios, contrario a la humildad, que es reconocer que de nosotros mismos solo tenemos la nada y el pecado. Anteriores cuestiones que nunca tratamos de concebir en esta vertiginosa existencia y difícilmente podemos entender, ya que seguimos con los mismos errores de muchos otros que nos antecedieron, y que son propios de este mundo de materialismo, egoísmo y necedad, ocultando lo que siempre nos alcanzará en el día final de nuestra existencia: Los valores, que sabemos son inmutables, perennes y justos, aquellos que surgen del desprendimiento, espiritualidad y amor. ¡Casi nada; diría mi madre! En fín, y en relación a todas estas consideraciones como amigos expresamos ¿Si se siente uno mal al no observar al pie de la letra todo aquello que se expresa?. La respuesta sincera de las mayorías fue ¿La verdad? ¡No! Ya que la esencia de nuestra existencia esta en la consciencia de tales enseñanzas, las que son faro y luz que guían acciones, emociones y sentimientos hacia el prójimo, lo que no siempre es percibido como tal, la mayor de las veces por defectos de formación: tanto físicas, conductuales, de carácter, ambientales y emotivas, las que hacen diferencia en la elección, la que no siempre es uno aceptado y nuestros hechos aceptables para todos, aunque sean llenos de autenticidad y nobleza. Creemos elegir siempre lo mejor y al igual que los excepcionales filósofos contemporáneos, que nos enseñan que la búsqueda del hombre se centra resumidamente en tres cuestiones esenciales: La verdad, la belleza y la virtud, y existencialmente tendremos que elegir entre tales opciones, que fascinados por el placer que encontraremos en cada una de estas cuestiones se desecharán otras, lo que nos marcarán para siempre, pues tales decisiones son producto de las circunstancias y no de malformaciones o pensamientos en contra de algo o alguien, y podrán ser apreciadas como maldad, malos hábitos o intención intrínseca de hacer daño, lo que no es cierto, ni producto de una valoración profunda, la que solo es dueño y tendrá esa potestad el creador y quienes la ejecutamos. Ofrecer una sonrisa a la persona equivocada puede ser producto de una disputa o problema mayor, no siempre tratar de ser amable es bueno, aunque lo deseable es eso, pero no, muchos tildarían a un individuo que actué de tal modo como locos, fuera de sus cabales, idiota o si bien le va, se le señalaría como coqueto o pervertido. ¡Así somos! De igual manera expresarnos con la verdad en muchas ocasiones es contraproducente, se debe uno guiar por la intuición, ya que muchos engreídos por linaje, fortuna o decisión de sus mayores se acostumbran a la lisonja y exaltación de la vanidad, viviendo en un mundo donde la verdad es una ofensa para las decisiones de éstos, de igual manera apoyar a gente positiva origina molestia entre los perversos y malos por naturaleza ¿Qué cosas no? Aunado a lo anterior sabemos que existen males que dañan cualquier relación y solamente un santo podría soportar como son: injusticia, violencia, ignorancia, hambre, desempleo y enfermedad, esta última origen no solo de males físicos, sino muchos problemas que hacen actuar a los individuos de manera diferente, donde sadismo, neurosis, masoquismo, psicosis, esquizofrenia, demencia, neurastenia, hiperfagia, anorexia, bulimia, autismo, mutismo, deliriums, episodios maniáticos, trastornos, tanto de ansiedad fóbica, como depresivos, catatónicos y bipolares, entre otros muchos, que originan que las personas actúen y se comporten de tal manera, lo que uno debería entender, comprender y aceptar, lo que realmente es difícil. Por ello en las cuestiones de relaciones humanas, respeto al prójimo, amor a la humanidad y el encuentro con un alma gemela es menester buscar dentro de uno al ser vigoroso, atento, formal, positivo, prepositivo y cordial, independientemente de lo que uno encuentre en los demás, hay que dar lo mejor de uno, esa es en si, la propuesta para iniciar este 2008 con un hálito de esperanza, reconociendo que uno no es el centro del universo, que se es un simple mortal, y que la vida continuará sin uno ¡Quizá hasta mejor! Que todo lo hecho hasta este 2007 con nuestros defectos de carácter pudieron haber sido superado por uno mismo, ver hacia atrás y comprobar que muchos desearían tener la vida que uno desdeña, el amor que no entiende y los privilegios de que el destino nos dotó, no hacerlo es seguir viviendo en el error que la humanidad ni uno merece ¿O sí? ¡Feliz y venturoso año nuevo!¡Todo sea por vivir mejor! ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com

¡SE NECESITA UNA IZQUIERDA FUERTE!

Marco Antonio Figueroa Quinto



“Con afecto, respeto y admiración para el profesor Jorge Lara de la Fraga”

La historia de la izquierda tanto a nivel nacional como en nuestra entidad es muy rica y multiforme. En el ámbito nacional ha tenido a grandes personalidades entre sus filas, desde Hernán Laborde, Vicente Lombardo Toledano, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, José Revueltas, Demetrio Vallejo, Valentín Campa, Heberto Castillo, Danzós Palomino, Rico Galán, y otras personalidades que pretenden estar vigentes. ¿Quién o quienes son hoy las cabezas destacada de la izquierda histórica mexicana? Nadie. Simplemente: nadie. La izquierda mexicana es una izquierda cooptada, una izquierda de tipos arribistas, que han utilizado su doctrina para alcanzar el poder, para nadie es un descubrimiento el decir que Cuahtémoc, Ifigenia, Porfirio, Marcelo, Andrés Manuel, Monreal, Garza y muchos otros son producto de su enfrentamiento con la designación de otros en cargos que estos aspiraban, enfrentamiento y ruptura con el sistema establecido, y que ellos mismos han puesto en vigencia en detrimento de auténticos luchadores sociales, esos que necesita la izquierda para recuperar el prestigio e ideales perdidos. Quizá Amalia sea una de las auténticas protagonistas de la histórica izquierda, pudiendo decir que desde que murió Heberto Castillo Martínez ese lugar no ha sido ocupado, el único que pudo ocuparlo es Arnoldo Martínez Verdugo que hoy se encuentra retirado prácticamente de la política. A nivel estatal la izquierda no escapa a esto ligero análisis, la mayoría de los representantes de tal opción la utilizan para; primero ser conocido, y buscar por medio de ella no trabajar, al encontrar un rico filón de prebendas, que los mantienen saltando de un puesto a otro, total el prestigio de la izquierda bien lo vale, aunque sean más de derecha que los más recalcitrantes panistas. Nuestra entidad ha tenido a dirigentes que se venden al mejor postor y últimamente a tipos ambiciosos y convenencieros, peor que cualquier cortesana, muchos de estos manipulados por líderes de barro, postran los principios de la izquierda, a cambio de canonjías que avergonzarían a la peor y perversa meretriz. Quizá podríamos decir que la congruencia entre pensar, decir y hacer salva en parte en la bancada de izquierda del congreso veracruzano a Margarita Guillaumín (otra mujer de convicción), la que difícilmente rescatará esta opción, pues su férrea disciplina, hace que acepte cualquier dirigencia, y ahí esta su error. Los antecedentes de partidos comunistas en la historia del país, si bien estuvieron junto a las masas en momentos importantes, jamás supieron encabezar ni encaminar esta fuerza hacia la victoria, fue una auténtica historia de fracasos. Pepe Revueltas dibujó muy bien de pies a cabeza a la izquierda mexicana y su diagnostico fue claro, el proletariado mexicano era un proletariado huérfano, sin dirección, ni cuerpo, era como lo dice el título de uno de sus mas grandes y lúcidos ensayos “Un proletariado sin cabeza”, y hoy sigue exactamente igual, tuvieron que venir gente inconforme con el partido hegemónico (PRI), para consolidar a la izquierda y así, con estrategias aprendidas en tal instituto político, pudieron hacer mella en el sistema operante, consolidando con ello a los conservadores agazapados en la derecha. ¡Irónico, no!
Retomo las palabras de Jorge Alberto Peón Rico que textualmente expresa: “La izquierda no ha sabido jamás ser sabia detentadora del
poder. El poder ha sido su causa y su perdición. En todos los ámbitos la izquierda supo aplicar el materialismo dialéctico como método histórico y filosófico para entender la realidad, pero esa concepción filosófica no supo aplicarla al fenómeno del poder. El poder es una fuerza de atracción que genera el let motiv del quehacer político, de acuerdo con la visión de Lenin solo se pude transformar la sociedad si se logra el asalto al poder. Pero una vez tomado el poder, este se tiene, se posee, pero al mismo tiempo el poder es poseedor de quien lo posee. Así el poder se convierte en una droga, la droga de la omnipotencia. Y esa droga omnibula el entendimiento, el buen juicio y el correcto raciocinio. La izquierda cuando toma el poder (así sea sobre un simple ladrillo) le entra la embriaguez y surge el otro yo, el de las catacumbas, el yo cuaternario (recuerdo en mi juventud aquel estribillo que decía “De la izquierda cuaternaria, surgirá la mas sectaria” ). El poder es lo que ha envenenado la historia de la izquierda mexicana y mundial. Por conseguir el poder se ha pasado hasta renunciar al nombre y la dignidad ideológica (o díganme ustedes donde se encuentra la izquierda dentro de ese engendro llamado PRD? Yo la verdad no la veo por ningún lado). La izquierda si quiere resurgir tiene que volver a tomar sus banderas, retomar su historia, aspirar de nuevo sus raíces y su ideología, tiene que dibujar una personalidad propia en la historia. Tiene que olvidarse del poder y soñar con la utopía de la lucha por reivindicar a los mas pobres, por liberar a la humanidad de sus ataduras y supercherías, por creer que es posible crear una nueva humanidad y un nuevo hombre, sin la explotación de sus congéneres, pero lo tiene que hacer con lucidez, sin fanatismos y con una nueva visión desconectada del poder, una visión que hermane con el anarquismo, la lucha de la humanidad por la humanidad y no por el poder. Necesitamos una nueva concepción mas allá del viejo concepto Románico de la República, se necesita refundar una nueva política y una nueva concepción del Estado-Nación, es necesario una nueva ideología humanista que subsuma al marxismo como una de sus expresiones mas importantes, pero no la única, requerimos definir un nuevo rumbo y una nueva esperanza, basada en la solidaridad humana, la tolerancia, la diversidad, la democracia e incluir una palabra que desde hace mucho tiempo fue excluida y olvidada del diccionario de todas las izquierdas del mundo: La libertad”. Interesantes conceptos que son soslayados por la mayoría de ambiciosos y pragmáticos militantes de la “izquierda mexicana”, que continúan con el desprestigio sistemático de tales ideales, que son inmutables y consistentes, pero con la actuación de estos representantes, hacen que la población dude en apoyarlos, regresando a la frase popular “más vale malo por conocido que bueno por conocer”, lo que sinceramente es lamentable y un retrocesos para las mente y acción de los verdaderos adalides de la izquierda.
En Veracruz pese a las ideas de avanzada que bullen en la mente de cada uno de sus habitantes, tal corriente no ha podido consolidarse, ya que la mayoría de sus abanderados se olvidan de los principios que delinean tal filosofía, los que mal entienden estos preceptos; volviéndose soberbios, sectarios y falaces, independientemente de aprovechar el poder para beneficio propio, lo que da al traste con los ideales universales de la izquierda, la que debe de ser cada día más fuerte. Finalmente en la entidad veracruzana se acabó el cacicazgo que había impuesto en el PRD el actual Senador Arturo Hérviz Reyes. El contundente triunfo de Ulises García en la contienda por la dirigencia estatal del partido del sol azteca por más de 100 votos de diferencia sobre la candidata de Hérviz, Jazmín Copete Zapot, demuestra que se busca mejorar esta opción entre la ciudadanía, cuestión que vemos difícil -pero no imposible-, porque nadie quiere trabajar, sino que otros trabajen para ellos y así no es. Es de urgencia la apertura, apertura que se debe reflejar en retomar sus orígenes y reconocer el trabajo de muchos que pusieron su granito de arena para la consolidación de lo que muchos sin merecimientos han gozado. Sin duda, otros vientos soplarán en esta opción partidista, que sin ser propiamente de izquierda, es lo que más se acerca a la idea que de ella tenemos los que amamos libertad, igualdad y justicia. Pues una izquierda fuerte, seguramente detendrá el avance de fuerzas retrógradas y evitará volver al México oprobioso que tanto daño hizo al país. ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com