BELLA Y HERMOSA DUALIDAD DIVINA


Marco Antonio Figueroa Quinto



"El hombre es un experimento; el tiempo demostrará si valía la pena."
Mark Twain



El hombre en su concepción genérica de dualidad (Masculino y Femenino) es la más elevada de las criaturas que existen sobre La faz de la tierra. En cada uno de los géneros que el Gran Arquitecto del Universo nos complementó podemos advertir cualidades y virtudes que sobresalen de lo ordinario y cotidiano en que trascurre nuestra existencia, pudiendo advertir que éstas son las que nos hacen diferentes a las demás especies que habitan este planeta, de lo que podemos sentirnos honrados y agradecidos con los dones proporcionados. Y aunque por lo regular en cada uno de los géneros las conductas a detallar son de mayor recurrencia, en los dos sexos se advierten, lo que hace de nuestra vida maravillosa e interesante. Siempre hemos pensado que en los hombres hay ideales y en las mujeres la recurrencia son las ilusiones, pero la realidad nos dice que en ambos existen los dos. Asì, a travès de la existencia hemos asignado a cada género cualidades que destacan y embelezan el pensamiento, emergiendo de ello los màs nobles sentimientos a los que podemos referirnos, Por ello los invito a deleitarse con pensamientos que nos hablan del tema, entendamos lo siguiente: la mujer es el más sublime de los ideales. Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer un altar. El trono exalta; el altar santifica. El hombre es el cerebro. La mujer el corazón. El cerebro fabrica la Luz; el corazón produce el Amor. La Luz fecunda; el Amor resucita. El hombre es fuerte por la razón. La mujer es invencible por las lágrimas. La razón convence; las lágrimas conmueven. El hombre es capaz de todos los heroísmos. La mujer de todos los martirios. El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza. El hombre tiene la supremacía. La mujer la preferencia. La supremacía significa la fuerza; la preferencia representa el derecho. El hombre es un genio. La mujer un ángel. El genio es inmensurable; el ángel indefinible. La aspiración del hombre es la suprema gloria. La aspiración de la mujer es la virtud extrema. La gloria hace todo lo grande; la virtud hace todo lo divino. El hombre es un código. La mujer un evangelio. El código corrige; el evangelio perfecciona. El hombre piensa. La mujer sueña. Pensar es tener en el cráneo una larva; soñar es tener en la frente una aureola. El hombre es un océano. La mujer es un lago. El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que deslumbra. El hombre es el águila que vuela. La mujer es el ruiseñor que canta. Volar es dominar el espacio. Cantar es conquistar el alma. El hombre es un Templo. La mujer es el Sagrario. Ante el Templo nos descubrimos; ante el Sagrario nos arrodillamos. En fin: el hombre está colocado donde termina la tierra. La mujer donde comienza el cielo, a esto último podemos afirmar que ambos nos encontramos en el mismo sitio, con las mismas potencialidades, cualidades, destrezas, ventajas y perspectivas ante lo conocido, desconocido o ignoto, teniendo gran respeto ante ese ser superior que en un momento nos concedió el placer de disfrutar este paraíso terrenal, sabiendo (por un mecanismo desconocido) que nos depara después de la muerte un algo màs, ese algo espiritual que será la culminación de todas las imperfecciones de nuestra especie, lo que hemos denominado vida eterna. Aspirar a una vida eterna cargada con dones destinada a las almas puras y nobles se podrá alcanzar siempre y cuando aprendamos a respetar, querer y amar no solo a nuestros semejantes y seres complementarios, sino al medio ambiente que se destinó para nosotros, fuera de todo egoísmo, necedad, intolerancia, ambición, maldad y perversidad, Dicen que cuando abrimos las puertas de nuestro interior empezamos a florecer por dentro. Mantén el amor fluyendo libremente y aprende a amar lo que haces. Ama el lugar donde estás y ama a todos los que te rodean. Ama y nunca consideres lo que te cuesta; nunca busques recompensa. Nunca darás demasiado amor, así que no temas y trates de impedir el fluir del amor, lo que puedes desear hacer cuando eres rechazado y quieres cerrar tu corazón por el temor de ser herido. No lo hagas, sólo lograrás ser rígido e inseguro, y de esa manera nunca podrás ayudar a otro porque nadie es atraído por un corazón duro y sin amor. Usa la cordura y la comprensión unida al amor, y de esa forma mantendrás el equilibrio perfecto. La principal lección en la vida es aprender a amar. No pierdas el tiempo y aprende la lección rápidamente. Por ello debe uno prepararse a vivir por la eternidad los males y tormentos destinados a las almas impuras, no asì el edén del paraíso, para aquellas almas nobles, puras, llenas de amor y bondad hacia todo lo que le rodeó en este imperfecto mundo. La clave y solución esta en nuestras manos. Asì que la decisión de sufrir o gozar de tranquilidad en el màs allá es decisión personal. Pero donde quiera que vayas o vayamos amable lector, tendremos la oportunidad de lamentarnos si actuamos o hicimos mal o sin duda que tendremos la oportunidad de sentirnos satisfecho por las buenas acciones efectuadas por nuestro breve tránsito por la tierra. ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com