VALORES HUMANOS,
RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Marco Antonio Figueroa Quinto
Marco Antonio Figueroa Quinto
“El valor no se falsifica; es una virtud que escapa a la hipocresía”
Napoleón Bonaparte
En ocasiones se nos hace muy difícil referirnos a lo que muchos denominamos Valores Humanos, cualidades fácil de describir pero muy difícil de saber aplicarlo en la vida ordinaria, ya que estos se deben de entender como sentimientos , pensamientos y acciones de nobleza, surgidas desde lo màs profundo de nuestra espiritualidad, cuestiones comparable solo con la grandeza y divinidad del Gran Arquitecto del Universo, que por su naturalidad y cercanía a nuestras buenas acciones, muchas veces omitimos, surgiendo entonces la animalidad y burdeza de la que también estamos hechos, pero por nuestros defectos de carácter e imperfecciones la repetimos constantemente. Por ello la responsabilidad como seres racionales nos debe llevar hacer de nuestra vida un todo congruente, exigiendo solo lo que uno esta dispuesto a cumplir, lo demás es fatuidad, engreimiento y necedad, que debemos evitar, combatir y desterrar, pensando en el bello privilegio de trasmitir lo mejor de nuestra especie a las nuevas generaciones, es como surge este material, con el propósito de encontrar un punto de apoyo para ser mejores. ¿Qué debemos considerar como valores humanos? En principio cuando hablamos de valor, generalmente nos referimos a las cosas espirituales, profesiones, civiles, etc., que permiten al hombre realizarse de alguna manera. El valor es, entonces, una de las cosas o de las personas. Todo lo que es, por el simple hecho de existir, vale. Un mismo objeto (persona o cosa) puede poseer varios tipos de valores, por ejemplo, un coche puede ser útil además de bello. El valor es pues captado como un bien, ya que se le identifica con lo bueno, con lo perfecto o con lo valioso. El mal es, entonces, la carencia o la ausencia de bien. Se llama mal al vacío, es decir, a lo que no existe. Por ejemplo, el agujero en la ropa, es la falta o ausencia de tela. Los valores humanos como ya lo mencionamos son aquellos valores que perfeccionan al hombre en lo más íntimamente humano, haciéndolo más humano, Se entiende por humano todo aquello que lleve al a defender y crecer en su dignidad de ser humano, lo que conduce al bien humano. Recordemos que bien es aquello que mejora, perfecciona, completa. El valor humano nos perfecciona en cuanto a ser hombre, en nuestra voluntad y razón. Se puede tener buena o mala más o menos, por ejemplo, pero esto no afecta directamente al ser hombre. Sin embargo vivir en la mentira, el hacer uso de ella o el cometer agravios empeoran al ser humano, lo deshumanizan. Por el contrario acciones buenas, vivir la verdad, actuar congruentemente nos perfeccionan. El valor humano te lleva a construirte como hombre, a hacerte más humano. Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos valores y esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. Estos valores perfeccionan al hombre de tal manera que lo hacen más humano, por ejemplo, hace al hombre más noble, mejor como persona.
Para lograr comprender plenamente los valores humanos debemos analizar la relación que éstos guardan con otro tipo de valores. Siendo el ser humano el punto de referencia para los valores, cabe ordenarlos de acuerdo con su capacidad para perfeccionar al hombre. Un valor cobrará mayor importancia en cuanto logre perfeccionar al hombre en un aspecto más íntimamente humano. Los valores infrahumanos: Son aquellos que sí perfeccionan al hombre, pero en aspectos más inferiores, en aspectos que comparte con otros seres, con los llamados animales inferiores, por ejemplo. Aquí se encuentran valores como el placer, la agilidad, etc. Los valores humanos surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la sociedad y son valores como la sobriedad, la lealtad, la responsabilidad, etc. Para que se dé esta transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros. Es además indispensable el y ejemplo que estas personas significativas muestren al niño, para que se dé una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Además es de suma importancia de la. Cuando el niño ha alcanzado la edad escolar se hará participe de esta abierta, en la y en aportaciones sobre asuntos familiares. Posteriormente estos valores morales adquiridos en el seno de ayudarán a insertarnos eficaz y fecundamente en la vida social.
Recordemos que una persona valiosa, es una persona que posee valores interiores y que vive de acuerdo a ellos. Un hombre vale entonces, lo que valen sus valores y la manera en como los vive. Para concluir con estos comentarios deseamos compartir sobre unos de los valores que mayor peso tendrá en nuestra existencia, si la sobriedad, cualidad humana que nos permite dilucidar lo bueno de lo malo, lo suficiente de lo carente y el exceso, el amor del odio, la alegría de la tristeza y todas esas situaciones contradictorias de la vida, es por ello que debemos vivir en sobriedad, ya que esto nos permitirá controlar nuestros deseos e impulsos (muchos de estos negativos, los que en cascada despertará en otros, similares y nocivas acciones), para beneficio no solo personal, sino que tendrá repercusiones benefactoras hacia nuestra familia y al género humano: Seamos tranquilos en el interior. Dejemos que esa paz y esa alegría interior irradien a través de un semblante sereno, pacífico, sonriente, serio y no mostrar ninguna emoción violenta. Es como la superficie de un lago en calma. La irritabilidad es precursora de violentas explosiones de cólera. Vigilemos las alteraciones del equilibrio mental. Observemos las pequeñas olas de cólera que rizan el lago de la mente. No permitamos que estas adquieran grandes proporciones. Entonces alcanzaremos un estado de no irritabilidad, de paz y amor. Seamos regular en hábitos diarios, en las prácticas espirituales y en el trabajo. Levantémonos siempre a la misma hora. siendo puntual en las actividades. Eso nos liberará de preocupaciones y ansiedades. Hacer siempre lo correcto en su justo momento. Dejando que nuestras palabras coincidan con los pensamientos. Dejemos que las acciones coincidan con nuestras palabras, que haya armonía entre pensamientos, palabras y acciones. Siendo natural. Hablando con sencillez.
Sé llano. Evitemos la diplomacia, el disimulo y la sinuosidad. Sé veraz. Cumple tus promesas. No exageres ni retuerzas los hechos. Pensar dos veces antes de hablar. Hablar dulcemente, preciso en lo que se dice. No alardees de tu nacimiento, posición, cualidades o logros espirituales. Recuerda la naturaleza de todas las cosas. Elogia a otros. Ve a Dios en todos. Trata incluso a la más pequeña de las criaturas como a tu igual. Ten calma. Soporta pacientemente el insulto, la injuria, el sufrimiento, el fracaso y la falta de respeto. De igual manera no te envanezcas con la alabanza, el éxito y los honores. En ambas situaciones mantén una actitud equilibrada. Ese debe ser nuestro compromiso y reto. ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com
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