EL JUEGO DE “LA BOLITA”, ESTAFA PERMITIDA


Por Marco Antonio Figueroa Quinto

* Potencial caldo de cultivo que genera pobreza, revanchismo y delincuencia

*La delincuencia busca de muchas maneras lesionar a la ciudadanía trabajadora

Recorriendo el pasado domingo uno de los mercados sobre ruedas de la ciudad, me percaté del incremento de pillos -dando a las autoridades un billete para actúar con total impunidad- que tratan de estafar con el cuento del juego de “la bolita” a potenciales incautos, muchos de ellos perdieron –quizá- el dinero destinado para comer en la semana con su familia. Lo anterior me remontó a una anécdota suscitada hace más de treinta años, en un viaje de México a Tijuana, recuerdo que después de dejar la bella ciudad de Morelia un grupo de policías federales paró el autobús, indicándole al chofer que llevase “por favor” a uno de sus compañeros hacía Mexicali, así lo hizo, pero sucedió que en una de esas paradas que hacen estos choferes en un restaurant del estado de Nayarit, al bajar un gran número de pasajeros –algunos al baño, otros de compras y muchos más solo a estirar las piernas- una persona extraña subió al autobús y le dio un paquete al conductor, lo que despertó mi curiosidad, me asome y vi un grupo de personas interesados en el mal llamado juego de “la bolita”, bajé y advertí a un compañero ocasional de viaje, que venía desde la ciudad de México y que habíamos hecho amistad que no apostase, que era un fraude, más bien un robo, pero lo inusitado de este comentario es, que el policía federal de caminos, quien debe velar por los intereses de la comunidad y no permitir tales desaguisados estaba jugando y perdiendo con estos facinerosos ¡Ver para creer! Cuando ese servidor público se percató del engaño a que era sometido, el operador del autobús de la línea “Transportes Norte de Sonora” coludido con los estafadores, arrancó el autobús y evitó alguna reyerta, ya que un servidor y algunos otros pasajeros queríamos interceder –con violencia si era preciso- para que recuperase sus mil quinientos pesos, que prácticamente le arrebataron de la mano. ¡Si esto le sucedió a un hombre instruido y defensor de la ley! ¿Que no pasará con nuestros coterráneos mal preparados y peor informados? Por ello es necesario advertir a la población del territorio veracruzano que tomen sus precauciones para no dejarse engañar por extorsionadores que se encuentran en las vías públicas exhibiendo juegos de azar. Los estafadores operan en complicidad con otros pseudo apostadores para atraer a la gente y dándoles a ganar en las apuestas, o bien cuando le dan a ganar, otra persona le seguirán y le robaran el dinero. Las dependencias de Seguridad en el estado deben advertir a la población para no participar en el llamado juego de “La Bolita”, pues ahí los únicos que ganan son los mafiosos organizadores de tal complot. Además reiterar que eviten cambiar billetes de lotería ganadores a personas desconocidas o que con la promesa de entregarle una parte del premio, le dejen dinero o alhajas. También evitar comprar alhajas o prendas de oro en la vía pública, porque muchas veces son sólo aluminio o cobre, y cambiar cheques a desconocidos en las afueras de las instituciones bancarias, porque muchas veces ofrecen que les cambien cheques por la mitad de la cantidad firmada, con el pretexto que tienen prisa por abordar un camión o realizar un pago. Otras de las recomendaciones es tener cuidado con las llamadas telefónicas o mensajes de texto, que dicen que ha ganado un premio, y que en esos casos evite llamar a los números que indican y no proporcionar números de seguridad, claves de tarjetas, información confidencial o personal, corroborar con la institución, banco o empresa si en efecto se ha ganado un premio. Este tipo de estafas antes eran más comunes en las fechas decembrinas, cuando el circulante económico aumenta con motivo del pago de prestaciones de fin de año a la clase trabajadores, que reciben el salario de las dos quincenas y aguinaldo, entre otras, pero ahora con la situación de apremio, cualquier fecha es propicia para estos rufianes. Los fraudes en juegos de azar son modalidades que afectan a nuestra sociedad, tal es el caso del reiterado juego de “la bolita” un juego de azar donde se han detectado fraudes. Este tipo de fraudes normalmente se realizan en vía publica, a la vista de todos (incluyendo a las autoridades) sin regulación alguna; lo que generará otro tipo de delincuentes, aquellos que defraudados buscarán “no a quien se las hizo, sino quien se las pague”. Conocemos los riesgos de los juegos de azar, lo que no se tolera es que además de afrontar los riesgos de un juego de azar también afrontemos los riesgos de una posible estafa, incluyendo robos, violencia y crímenes, los que se deben evitar y sancionar ¿O no? ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com