LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN EN VERACRUZ  PONE EN MARCHA
PROGRAMA EMERGENTE PARA MEJORAR EL LOGRO EDUCATIVO

Por Marco Antonio Figueroa Quinto

*Redes de apoyo tutorial a nivel escolar, regional y nacional
*La finalidad es atender necesidades específicas en temas que presentan dificultades
*Se proporcionará a escuelas donde el 50% o más de su matrícula es insuficiente
*Los criterios de focalización a dichas escuelas es de acuerdo a su problemática
* Se atenderá a sus docentes de manera personalizada, por sus bajos rendimientos
* Aunque en realidad los docentes completos, percibimos un programa de escritorio

Sin duda que la preocupación del bajo rendimiento en el aprendizaje de los alumnos de nuestro sistema escolar mexicano será siempre una preocupación compartida, principalmente al percibir en los niveles básicos (primaria y secundaria), bajo rendimiento en el aprendizaje, según los resultados de Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Educativos (ENLACE), lo que ha originado que la Secretaría de Educación Pública y las secretarías en cada entidad la intención de elevar los resultados educativos de las 9,882 escuelas que en 2007, 2008 y 2009 han presentado los menores niveles de logro educativo. A lo anterior hemos coincidido todos: docentes, directivos, padres de familia y autoridades, más no en la búsqueda de solución a esta problemática, pues sin hacer un diagnóstico serio, caso por caso –como se hizo específicamente por y para la escuela telesecundaria vespertina con clave 30DTV1879B  como docente e investigador de la problemática existente-; que aquí  anexó, y reitero mi tutoría: HEMOS CAIDO AL ÚLTIMO LUGAR EN RENDIMIENTO ESCOLAR, SEGÚN ENLACE ¿Y AHORA? Es difícil reconocer los resultados desfavorables que se nos presentan en la vida, y mucho más doloroso de aceptar cuando estos se refieren al trabajo profesional en la docencia, donde se involucra a jóvenes que sólo por la educación podrán salir de la crítica situación por la que han vivido su corta existencia, donde su compañera permanente es la pobreza extrema, lo que va acompañada de hambre, insultos, violencia, desamor y enfermedades; en sí una serie de carencias que nunca han sido solucionadas. Pese a lo anterior estos púberes deben de asistir a la escuela, cumplir con los preceptos que marca nuestra Constitución a través del Artículo Tercero, y mostrar un desempeño óptimo, sino serán señalados por las pruebas estandarizadas de  la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE), ya que es una prueba del Sistema Educativo Nacional que se aplica a planteles públicos y privados del País. Se menciona que dichas evaluaciones públicas deben transparentarse porque es necesario encontrar soluciones colectivas, además de someternos, por supuesto, a escrutinio público, se ponen en si reflectores a los resultados, ya que es este –según las ¿autoridades educativas?- el único modo de avanzar y crear un contexto de exigencia, reiterando que “es un instrumento perfectible pero valioso que permite conocer que tan eficaces estamos siendo en nuestras tareas, que tanto nuestros niños y jóvenes dominan los conocimientos  y habilidades contenidos en los planes y programas de estudio que tenemos, que tanto contribuyen los materiales didácticos con que contamos, a este logro educativo”. En lo particular me refiero a los resultados de la prueba de Enlace aplicada en el período escolar anterior, cuyos resultados para nuestra escuela telesecundaria fueron desastrosos; somos los últimos de la zona 50 del sector trece de este subsistema, el quinceavo lugar de quince escuelas, con un rendimiento cercano a los estándares más bajos del país.  Sin duda que estos resultados son producto de las circunstancias, las que no siempre reflejan el esfuerzo, empeño y dedicación que el universo de esta institución efectúa anualmente, sino veamos lo siguiente. Para entrar en materia sobre lo anterior deseo hacer una semblanza sobre los adolescentes que acuden a esta institución, es cierto que en las grandes metrópolis los alumnos que se inscriben en las telesecundarias por lo regular son aquellos que por muchas circunstancias no pudieron inscribirse en escuelas sean secundarias técnicas o generales oficiales o particulares; las que tienen y tendrán mejor ubicación, equipamiento y “prestigio”, por lo cual los padres de familia optan por hacer sacrificios e inscribirlos en estas, lo que no logran tal objetivo recurren al servicio del subsistema de telesecundarias, pero los rechazados de las telesecundarias matutinas, principalmente por tener bajos índices de conocimientos efectuados en pruebas de exploración o diagnóstico, son canalizados a las telesecundarias vespertinas, incluyendo en este universo, niños atípicos, de lento aprendizaje y con problemas físicos que limitan e impiden un óptimo aprendizaje, sin contar con la tremenda carga de vivir su pobreza, la que le suman problemas psicológicos muy difíciles de resolver (en el caso particular de la vespertina aludida, motivo de esta reflexión, hemos detectado que nuestros alumnos vienen de veintinueve diferentes colonias marginadas ubicadas en los cinturones de miseria en esta ciudad capital).  Lo anterior es la diferencia que existe entre las telesecundarias matutinas y vespertinas, la diferencia con las telesecundarias rurales, en donde hemos estado y fundado algunas de ellas que ahora existen, es diferente; cuando las familias de la zona rural no tienen para comer es cuando mejor comen; matan el pollito, el guajolote o inclusive el marranito, pero aquí, en las zonas de pobreza de las grandes ciudades, cuando no hay de comer, no comen, hay una gran deshumanización y desinterés por los pobres en las nuevas sociedades, donde los apoyos y ayudas regularmente se proporcionan a incondicionales de los partidos en el poder, donde pervierten a padres de familia, que reproducen igual actitud para sus correligionarios, sumiéndolos en una pobreza sin igual, ya no solo material, sino moral, lo que dejaremos al margen; para no confundirnos en este breve ensayo. Para los docentes de cualquier institución educativa los padres son fundamentales para que el proceso enseñanza-aprendizaje sea sino lo óptimo que se desea, si lo aceptable de tan importante acción; y como optimistas que siempre seremos, sentimos que los padres son los encargados de proporcionarle al niño amor, protección, educación, bienestar, salud, etc. Pero –siempre hay ese pero- en el afán actual de buscar mejores condiciones económicas posibles o por el simple hecho de prestar más atención a diversos factores externos, los padres suelen descuidar cada uno de los aspectos mencionados al principio. Esto también transciende al ámbito educativo, ya que desde el momento que el niño comienza su formación básica, los padres pueden llegar a traspasar la responsabilidad de la formación académica exclusivamente a la institución educativa, lo que no debe de ser, pero sucede. Los problemas dentro del  aula son múltiples y variados, pero muchos comienzan, cuando los padres pensando que el buen rendimiento académico de sus hijos dependerá única y exclusivamente de la escuela y los maestros;  y de lo único en que se preocuparan será –en el mejor de los casos- porque al inicio de clases sus hijos tengan todo el material que se les solicite, cumplir con los trámites necesarios y de ahí en adelante es cuestión de la institución educativa que sus hijos puedan aprender de manera integral y alcancen su máximo desarrollo académico. Pero es, en ese instante cuando comienzan a presentarse los problemas con ellos, ya que desde ese momento sus calificaciones no serán las mejores, el púber será apático dentro del salón de clases, no tendrá la motivación necesaria para aprender y en algunas ocasiones habrá reprobación de por medio, y de acuerdo a estas reglas llegaremos a una conclusión que nos permita cotejar cómo influye en el bajo rendimiento escolar de los niños de nuestra institución, el hecho de que los padres presenten una actitud de indiferencia y desatención hacia la formación académica del joven, y muchas veces no los conocemos, pese a implementar casi una persecución para encontrarlos en sus casa, ya que es imposible que lleguen a la escuela. Como maestro tenemos la oportunidad de reconocer las causas de un bajo aprovechamiento en algunos alumnos, que estén relacionadas con este mismo proceso de falta de atención por parte de los padres de familia. Ante tal situación muchos nos preguntamos ¿Cuántos de estos padres o tutores emplean un rato para hojear los libros de texto de sus hijos?, ¿Cuántos se percatan de sus problemas particulares en el diario quehacer escolar y se preguntan cómo pueden ayudar a resolverlos? Las respuestas son negativas en el mayor de los casos, pues pocos padres atienden la escolaridad de sus hijos, y están a disposición de trabajar con ellos y están en contacto con los maestros, creando el mejor eslabón para el triunfo académico de sus hijos, es necesario recordar esto para no olvidar su importancia. Entendemos que en la actualidad, con padres ocupados en resolver las necesidades primarias y niños que no cuentan con la atención que requieren de sus padres se descuida el rendimiento escolar; una verdad que no contempla ENLACE, pero tenemos la certeza que algo harán las autoridades para apoyar tales carencias. Los hogares que carecen de una motivación positiva hacia el estudio y una adecuada organización en el proceso de orientación al niño, crean estudiantes desorganizados o sin el interés por el estudio, pese a los múltiples esfuerzos que en el aula se realice (con lo que no pretendemos justificar el trabajo de algunos despistados y flojos). Para satisfacer las necesidades educativas de los niños se requiere de atención por parte de los padres ocupados o descuidados, vale la pena el esfuerzo ya que un niño que cuente con la atención de sus padres y la motivación de esos ampliara sus posibilidades de tener un rendimiento e interés mayor en la escuela, lo que se palpa en otras, donde los padres disponen de tiempo para atender al llamado de directivos y docentes para interésalos en esta dinámica. Dentro de la escuela telesecundaria, el docente necesita trabajar junto con los padres para que el alumno tenga una formación con bases más sólidas que le permitan las actitudes y aptitudes que refuercen su interés en los estudios, ahí radica la importancia de que los padres enfoquen su atención al aprendizaje de sus hijos, y dejen de descargar en la escuela su propia responsabilidad, ya que esta nunca podrá reemplazar a los padres, ni pretender educar integralmente a los alumnos sin la cooperación de padres y maestros. Tal hipótesis podemos comprobarla, ya que basándonos en el marco teórico fue posible sustentar que en que en el momento en que los padres descuidan y desatienden lo referente al ámbito educativo de sus hijos; debido a múltiples circunstancias como la falta de interés, los horarios de trabajo, problemas familiares un sin fin de problemáticas, los hijos suelen reflejar esa inatención que sienten y es muy común que ocurra dentro de la escuela, en donde pueden perder el interés y deseo de asistir a clases, afectando directamente su rendimiento y calificaciones. Sobre lo anterior hemos analizado, que cuando se les aplica la prueba estandarizada de ENLACE, explicando la importancia de esta con el protocolo de invitar a los padres a que sean parte de tan importante evaluación, la rechazan, quizá como una manifestación interna de inconformidad con la situación en que viven. Esto que afirmo, lo puedo sostener al aplicar baterías a nuestra población estudiantil, la que se puede ver afectada por esta problemática; por ello al recaudar información de vital trascendencia para la aceptación de la hipótesis fijada previamente, nos permite analizar los diversos indicadores de la hipótesis. Para interpretar los resultados de cualquier prueba, sea estandarizada o no, es necesario advertir, que no se puede evaluar igual a los desiguales, pues ello nos dará indicadores falsos y erróneos. Solo quienes estamos frente a grupos sabemos el porcentaje donde es solo el padre quien trabaja fuera del hogar (cuando existe esta figura en la familia); por lo regular en las familias de nuestros alumnos la mayoría son liderados por madres trabajadoras punto que tal vez pareciera contradictorio a la hipótesis, pero que no lo es, debido otra respuesta deja en claro que a pesar de contar con la madre o ambos padres en el hogar, la gran mayoría externo que en ocasiones los padres dicen no tienen tiempo para ayudarlos. Un punto significativo para la investigación fue el hecho de que la un gran porcentaje de los púberes  siguen expresando que si necesitan la atención y apoyo de sus padres. Esto indica que a pesar de que los jóvenes se sientan motivados y atendidos por sus padres, aun tendrán la necesidad de que lo sigan haciendo sus padres. Lo anterior lleva a comprobar el hecho de que un niño que no sienta la atención de sus padres respecto a las actividades escolares, disminuirá en su rendimiento escolar a tal grado, que ni las mejores técnicas, el mejor docente o las mejores enseñanzas podrá sustituir tal situación, aunado a las precarias condiciones que imperar en las escuelas telesecundarias, donde la constante son las carencias, no se podrá esperar sino resultados como el que hoy comparto. El trabajo de un profesor no se puede ver y valorar en su exacta dimensión, porque es netamente mental. El abogado se destaca por los juicios que gana o los clientes que libera, el arquitecto e ingeniero por lo que construyen, lo mismo una secretaria por los oficios que escribe, el obrero por su producción, el médico por el enfermo que cura o desahucia, el músico por las canciones que compone, el cartero por las distancias que recorre, el empresario por el crecimiento de su empresa en ventas. Reconocemos que el trabajo de los docentes no se percibe entre los adultos, muchos nos ven como entretenedores de jóvenes para alcanzar su madurez, y  la mayoría de los jóvenes por lo regular desconocen el valor que implica que su profesor les corrija, sólo se limitan a molestarse y a quejarse, prefieren no esforzarse mentalmente y que su mismo profesor o sus padres le resuelvan sus problemas (tareas), pero al no estar este último, rechazarán toda ayuda profesional, siendo blanco de otros adultos, que influirán negativamente en ellos. Pocas personas se darán cuenta si los docentes escuchamos a un alumno que se siente deprimido por sus constantes problemas en casa o en el barrio donde se desenvuelven y está en riesgo del suicidio, pero uno tendrá la enorme satisfacción de que por escuchar y dar un consejo seremos premiados no por un sincero “gracias por escucharme”, que sería lo idóneo, ni por la comprensión de sus padres, sino por la sensación de salvar una vida en desarrollo, que podría en el futuro ser trascendental para todos –eso no se sabe, pero potencialmente es una verdad- , lo que es bastante placentero e internamente satisfactorio. En situaciones dramáticas como estas, donde el rendimiento evaluado por ENLACE es bajo ¿Qué podemos esperar de las autoridades educativas? ¿Se dotará a nuestra institución de las herramientas mínimas necesarias para el pleno desarrollo de nuestra actividad? ¿Se implementarán acciones para resolver la problemática económica en nuestro universo escolar? Sé que cuestionamientos similares son difíciles de dar respuestas, pese a ello también como docentes es complicado formular sugerencias  para que cambien aquellos estilos de crianza que provocan la problemática analizada, que nos ha permitido identificar hijos y alumnos que tienen un rendimiento escolar bajo, debido a la desatención de sus padres, a los que nunca dejaremos de buscar, para compartir muchas veces situaciones que van más allá de nuestra labor y responsabilidad educativa. Muchos dirían que sería importante desarrollar talleres para padres y profesores que les permitan ejemplificar claras situaciones de un bajo rendimiento escolar originado por desatención dentro del seno familiar, el que desde hace años se ha implementado en otras instituciones, donde he sido invitado como ponente en alguno de ellos, caso concreto, la escuela técnica  donde el director era en ese momento el profesor Francisco Lozano Flores y el sub director Salvador Arreguín ubicada en la Col. El Sumidero de esta ciudad, donde iniciamos lo que se denominó “Escuela Para Padres” con un relativo éxito, ya que la mayoría de los padres de esta sección poblacional de Xalapa son empleados, con un sueldo seguro, los que pudieron disponer de tiempo en los espacios acordados, culminando el curso aceptablemente, lo que implemente posteriormente en nuestra institución lo que fue un éxito a medias; ya que muchos de los padres dejaron de asistir –pese a la motivación empleada con ellos- por las necesidades en casa, ya que si no trabajan no tienen garantías salariales y eso repercute en toda su economía. Por ello una adecuada comunicación por parte de los profesores con las padres -tal vez parece un método anticuado y simple-, pero que funciona, haciéndoles ver, que el atraso de los alumnos; sus hijos, no se debe solamente a ellos, que todos somos responsables de una u otra manera en los errores o aciertos de los jóvenes, ello para que los padres se hagan conscientes de las consecuencias que acarrea al estudio de sus hijos, el descuido que ellos sienten. Sin duda otro factor que influye en términos generales con los bajos estándares globales en estas pruebas, es lo que nos informa el mismo órgano internacional evaluador, no así (ENLACE), que es una sociedad civil, que solo le interesa ganar y ganar dinero, sin mejorar los protocolos y reactivos, confusos, desfasados y muchos de estos mal elaborados, pero eso si ¡Bien pagados! Excesivamente pagados afirmo yo. Por ello la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico afirmó que México es uno de los países cuyo costo por alumno en educación sigue siendo muy bajo. "Alcanza 2 mil 136 por alumno de educación secundaria contra un promedio de 8 mil 267 de la organización. En educación superior es de 6 mil 971 dólares, contra el promedio de 12 mil 907". Además, señalan, la mayoría de los recursos están dirigidos a pagar sueldos de maestros. Ante tal panorama me pregunto ¿Y ahora qué le espera a nuestra institución? ¿Se dotará a la escuela vespertina con todos los adelantos que requiere? ¿Se dotará de las ofrecidas computadoras a docentes y alumnos? ¿Por fin se utilizará la infraestructura que nos hicieron realizar, para que nunca fuese dotada  de los beneficios de multimedia? ¿El gobierno apoyará la situación socioeconómica angustiante de las mayorías de padres de familia de estos jóvenes?  O ¿todo quedará como hasta hoy? Pretendiendo informar como que se hace, para volver a no hacer nada, lo que no se vale ¿O sí?  se trata de solucionar todo a través de redes de formación y acompañamiento personalizado basado en relaciones tutoriales; así como fortalecer los procesos de mejora del logro educativo de 19,265 escuelas que en 2009 tuvieron 50% o más de su matrícula en Insuficiente. El Programa Emergente para Mejorar el Logro Educativo (PEMLE) que propone como estrategia la construcción de redes de apoyo tutorial a nivel escolar, regional y nacional con acompañamiento estatal y federal a las escue­las participantes. La finalidad es atender las necesidades específicas respecto a temas que representan más dificultad en las pruebas nacionales toma como referencia el análisis de los resultados de (ENLACE), aunque mencionan otros indicadores, que no muestran, lo que hace este trabajo solo bien intencionado, al vapor y estandarizado; sin valorar las condiciones de cada caso y específico, lo que sería en sí, más valioso y contundente, pero el magisterio consciente y pensante no se opondrá, acatará las decisiones cupulares, pero tratará de implementar estrategias alternas para encontrar las fallas, las que son estructurales y de contenidos, no de praxis. Dejando atrás esta reflexión compartida, daremos a conocer dicho programa emergente, que nos presentan como la solución. Veamos pues: El PEMLE entiende como bajo rendimiento escolar, aquellas escuelas donde el 50% ó más de su matrícula obtuvo Insuficiente en la prueba ENLACE, y no hay otro indicador que se incorpore a este diagnóstico. Actualmente, la Evaluación sirve como una herramienta para identificar las debilidades del sistema a nivel general, a partir de evaluar a los centros educativos a través de pruebas estan­darizadas; en este sentido, los resultados de la prueba permiten identificar aquellas escuelas en donde se requiere fortalecer la atención, además de encaminar recursos y apoyos académicos y materiales (aunque en la práctica no sucede o es inequitativo). El PEMLE  propone un conjunto de acciones diferenciadas para atender a escuelas focalizadas, de acuerdo con tres categorías. Para cada una de estas 3 categorías se han establecido paquetes de acciones integrales denominados Módulos Integrales de Fortalecimiento Académico Específico (MIFAE). En la implementación del PEMLE se plantea la participación estratégica de los ATPs, los cuales conforman grupos de profesionalización de la práctica educativa, cuya caracte­rística deberá ser la capacidad para brindar tutoría en aquellos temas que dominen, el trabajo se está haciendo, pero la reacción de inconformidad del magisterio es compartida con éstos, pero ese es su labor, aplicar lo que desde un escritorio se planea, y se planea mal. La principal función de los grupos de profesionalización de la práctica educativa es desarrollar estrategias para atender de manera personalizada a los docentes de las escuelas consideradas de bajo logro educativo. En el presente documento se explica la forma de llevar a la práctica la estrategia mencionada, haciendo énfasis en los procesos de formación que requieren los ATP´s y docentes participantes en el PEMLE. Focalización de escuelas de acuerdo con la problemática de logro educativo identificada a partir de la prueba Enlace: Categoría 1: Escuelas donde el 50% o más de su matrícula se ubican en nivel insuficiente en la aplicación de la prueba Enlace de manera recurrente en 2007, 2008 y 2009, y que se concentran en zonas escolares. 7,395 escuelas ubicadas en 1,415 zonas escolares (en promedio 5 escuelas por zona). Categoría 2: Escuelas cuyo 50% o más de su matrícula se ubican en nivel insuficiente en la aplicación de la prueba Enlace de 2007, 2008 y 2009, que no están concentradas en zonas escolares. 2,487 escuelas (hay máximo 2 escuelas en la misma zona). Categoría 3: Escuelas en donde el 50% o más de su matrícula se ubican en nivel insuficiente en la aplicación de la prueba Enlace en 2009. 29,904 escuelas. De esta manera se implementan los Módulos Integrales de Fortalecimiento Académico Específico para cada categoría.. A partir de identificar las realidades particulares y debilidades académicas por zonas, regiones y escuelas se definieron Módulos Integrales de Fortalecimiento Académico Específico (MIFAE), que son el conjunto de componentes que se implementan en cada una de las categorías de escuelas identificadas para mejorar el logro educativo. Se plantea un Módulo Integral por cada una de las categorías.  Para lo anterior, se propone que la formación de cada figura involucrada se desarrolle a partir de relaciones tutoras, teniendo como referencia central para configurar trayec­torias de formación las necesidades específicas de cada escuela y docente atendido (lo que no sucede, pues se estandarizó esta asesoría). Dichas trayectorias de formación se expresan en los Catálogos temáticos específicos de referencia que cada Asesor Técnico Pedagógico desarrollará. Los docentes con la disciplina que los caracteriza ya están involucrándose en el proceso, el que inició hace tres meses en la entidad veracruzana con la capacitación a los ATP´s designados por una comisión mixta entre sindicato y autoridades, las que tuvieron que conocer la intención, teoría, objetivos, estadísticas y ubicación de las escuelas “deficientes”, y así llegar a los docentes para implementar las llamadas tutorías escolares, que esperamos alcancen las metas planeadas, aunque esto distraiga al docente en otra situación, descuidando momentáneamente a los escolapios, pero que el programa lo contempla, por los “beneficios” que arrojará (beneficios que todos deseamos y pretendemos alcanzar, no con este programa emergente, sino con proyectos consistentes y operativos; Veracruz tiene en sus docentes una riqueza mayúscula, la que está descuidada, pretendiendo que solo acaten disposiciones del altiplano, lo que es retrograda y fatal). Sin duda que todos los esfuerzos que hagamos, siempre serán bienvenidos, pero distraer a los docentes de sus tareas a más de la mitad del curso escolar con esa pretensión, es falta de planeación, lo que revela desorganización e improvisación, lo que es negativo ¿O no mi Secretario de Educación? ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com