CONSEJOS DE LOS ABUELOS
28 de agosto; su día


Marco Antonio Figueroa Quinto



Una de las bendiciones celestiales que pocos podemos disfrutar en nuestra existencia es contar con los consejos, cuidados y amor de los abuelos, esos personajes que dieron vida a nuestros padres y que ocasionalmente irrumpen en momentos fundamentales de cada uno, siempre con la palabra, insinuación y actitud acertada para zanjear la serie de dificultades que pudiésemos tener, lo que es privilegio de pocos, cuestión que se reduce por la obcecada tendencia de sufrir tropiezos en carne propia y no experimentar en cabeza ajena, lo que es lamentable, pues estos seres solo destilan hacía sus nietos los mejores sentimientos que la raza humana puede dar al prójimo: Amor, cariño, respeto, ternura, verdad, justicia y honradez, que basados en experiencia y la sinceridad que dan los años y los golpes de la vida, convierten todo esto en senderos sublimes de conducta, que debe reivindicarse por lo importante y trascendente que es y debe ser.

Lo cierto de todo esto, lo que debemos saber, es que el camino hacia la cumbre atraviesa en línea recta al albañal, por ello nuestros sublimes abuelos nos recomiendan entre otras cosas, cuestiones prácticas y sencillas, las que de verdad no son un sacrificio y si una bendición, por ello antes de hacer hay que pensar y no lo contrario, entendiendo esto, así nuestro sufrimiento en esta madre tierra no será tan angustiosa y angustiante, veamos lo siguiente: No ser perito en todo y realizador de nada. Cuando nos veamos enfrentado a una decepción o a una pérdida, formulémoslo esta crucial pregunta: ¿qué importancia tendrá dentro de diez años? Nadie encontró jamás un tesoro enterrado sin tener que cavar para ello. La mayor parte de las veces el éxito se encuentra debajo de la superficie, cavemos todos los días. Asegurémonos de tener como mínimo seis buenos amigos antes de que llegue nuestra hora. Cuando creamos en algo de todo corazón, ponernos de pie, expresándolo, haciendo oír la voz. Todo el mundo pasa la vida entera tratando de llegar allí, y cuando llegan descubren que no hay ningún allí. Para ser exitoso no tenemos que hacer cosas extraordinarias, solo hacer cosas ordinarias extraordinariamente bien.

El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente. Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo. ¡Soltemos el pasado, dejar de preocuparnos por el futuro, vivamos el presente, la vida es maravillosa y todo va a estar bien! Apoyemos a quienes veamos desanimados, tener siempre una voz de aliento para quienes se sienten derrotados. Apoyemos con palabras a los desalentados para que les infundamos capacidad de superar frustraciones y sobrellevar angustias. Si hay amor en nuestro corazón, podremos transmitir confianza, apoyo y esperanza, El amor a la vida no es en el fondo sino el temor a la muerte. Es mucho más fácil, en general, morir por los otros que saber vivir para ellos. La naturaleza no nos otorga la virtud: ser buenos es un arte. Recordemos siempre, que los auténticos valores de nuestra existencia no deben estar basados en cuestiones materiales, ya que el dinero puede comprar: una casa pero no el hogar, un reloj no pero no el tiempo, una cama pero no el sueño, un libro pero no el conocimiento, una posición pero no el respeto, sexo pero no amor, medicamentos pero no salud, jueces pero no justicia, beneficios pero no bondad. Con lo anterior los abuelos buscamos que las nuevas generaciones tengan una visión diferente de la vida, esta vida compulsiva y vertiginosa, que nos conduce al caos. La conquista propia debe ser la más grande de las victorias. Y referente al amor, es importante retomar estas sentencias; No te enamores del amor, enamórate de alguien que te ame, que te espere, que te comprenda aún en la locura; de alguien que te ayude, que te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza, tu todo. Enamórate de alguien que no te traicione, que sea fiel, que sueñe contigo, que sólo piense en ti, en tu rostro, en tu delicadeza, en tu espíritu y no en tu cuerpo o en tus bienes. Enamórate de alguien que te espere hasta el final, de alguien que sea lo que tú no elijas, lo que no esperes. Enamórate de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque tus lágrimas, que te abrigue cuando sea necesario, que se alegre con tus alegrías y que te dé fuerzas después de un fracaso. Enamórate de alguien que vuelva a tí después de las peleas, después del desencuentro, de alguien que camine junto a ti, que sea un buen compañero(a), que respete tus fantasías, tus ilusiones. En sí, enamórate de alguien que te ame. Solo así disfrutaremos todos de una vida en plenitud, lo contrario es vivir a medias. ¡Feliz día a todos los abuelos, hoy , mañana y siempre. ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com