¡PROGRAMAS TELEVISIVOS NOCIVOS! ¿Y LAS AUTORIDADES?

Por Marco Antonio Figueroa Quinto



Sin duda que a muy pocos de los actuales padres de familia les preocupa la programación de las dos televisoras que a nivel nacional tienen difusión abierta y “gratuita” para todos, pues mientras los hijos sigan entretenidos frente a la antes llamada caja idiota- que ahora en pantallas panorámicas y de plasma inundan la mayoría de los hogares-, no importa que cada uno de los empresarios eche mano de todo para obtener mayores audiencias: espectáculos que denigran la condición humana, exaltando los más bajos instintos, a través de imágenes de asesinatos, violencia en todas sus manifestaciones, insultos, espionaje, violaciones, pederastia, actos denigrantes, albures y las reiteradas entrevistas a los representantes más nocivos del crimen organizado. ¡Escatología secular y contemporánea! Con el afán de ganar, primicias de espectaculares balaceras, horrendos crímenes, secuestros masivos, sangrientos encuentros y represiones brutales, los programadores azuzados por el rating, la ganancia y la disputa por mayores audiencias no se tientan el corazón para invadir con esa inmundicia los horarios infantiles ¿y así queremos erradicar la violencia y los baños de sangre que se dan por todo el territorio mexicano? ¿Es así como se complementa una educación basada en valores? La respuesta a estas interrogantes la deberían de dar las autoridades, que desinteresadas en el beneficio de las mayorías, se dedican por lo regular en hacer política partidista, con el propósito de seguir manteniendo al pueblo postrado a intereses perversos y oscuros fines; los que responden a proyectos delineados con antelación y a mantener a los niños y jóvenes distraídos y ajenos a lo verdaderamente valioso. Es increíble observar como la programación del duopolio televisivo este impregnado de espectáculos que nunca han sido analizado por las autoridades responsables de la permanencia o difusión masiva de los mismos, o posiblemente si son autorizados, exista complacencia o un interés malsano –de estas nefastas autoridades- para deformar la mente y pensamiento de nuestras nuevas generaciones; lo que no debemos permitir ya. Es necesario que todos, como uno solo nos manifestemos en que algo se debe de hacer, primeramente la regulación seria y sensata de cada uno de los programas que se emiten a nivel nacional, segundo quitar los candado para que solo dos empresas puedan operar libremente en nuestro territorio para emitir programas televisivos de tipo abierto, pues basándonos en la leyes que rigen a todos los mexicanos en el Artículo 28 de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (Que por cierto conmemoraremos este 5 de febrero) establece que “en los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los monopolios, las prácticas monopólicas, los estancos y las exenciones de impuestos en los términos y condiciones que fijan las leyes. El mismo tratamiento se dará a las prohibiciones a título de protección a la industria. En consecuencia, la ley castigará severamente, y las autoridades perseguirán con eficacia, toda concentración o acaparamiento en una o pocas manos de artículos de consumo necesario (Que no acaso, nuestro momentos de diversión, entretenimiento y solaz ¿No lo es?) y que tengan por objeto obtener el alza de los precios; todo acuerdo, procedimiento o combinación de los productores, industriales, comerciantes o empresarios de servicios, que de cualquier manera hagan, para evitar la libre concurrencia o la competencia entre si y obligar a los consumidores a pagar precios exagerados y, en general, todo lo que constituya una ventaja exclusiva indebida a favor de una o varias personas determinadas y con perjuicio del público en general o de alguna clase social”, dejando la oportunidad a que cada mexicano tuviese la libertad de ver, programar e interactuar con la cadena televisiva que más le conviniese, no teniendo que pagar cantidades excesivas -casi a las mismas compañías y empresas- a quienes difunden ideas, pensamientos y actitudes a través de otros medios, lo que parece incomprensible e insensato ¿No lo cree Ud. así mi estimado lector? ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com