INCOMPRENSIBLES ESTRATEGIAS POLÍTICAS

Marco Antonio Figueroa Quinto


"Lo primero que deben preguntarse los que aspiran al poder es si serán capaces de soportar, al mismo tiempo, la adulación, el odio y la crítica a todo lo que hagan." Mario Sarmiento


Actualmente cuando escuchamos a indiscretos ex gobernantes de nuestro país -esos que fueron depositarios del poder ejecutivo- manifestándose en contra de políticas actuales y pasadas donde se señalan errores de sus homólogos, es cuando confirmamos una vez más, lo erróneo de tales estrategias para tener los reflectores a su merced, lo que nos muestra la plena estatura intelectual y moral de estos entes. La mayoría de los pobladores del país, los que conformamos ese gran número de mexicanos sobreviviendo con raquíticos sueldos y muchos más en la terrible pobreza que lacera día a día a los principales herederos de los naturales del país, nuestros pueblos indígenas, no deseamos escuchar más a esos emisarios del pasado que tanto daño hicieron no solo a la política y economía de nuestros conciudadanos, sino que atentaron contra la inteligencia y desarrollo de nuestro pueblo con nepotismo, compadrazgo y tremendo yerros que postran a todos ante grandes monopolios; que continúan el impune saqueo de las riqueza de nuestra nación. Ahora que Carlos Salinas de Gortari surge como paladín y defensor de los principios y valores que se deben observar al frente de un gobierno, nos mueve a reflexión sus apreciaciones, donde culpa de la crisis económica que padecemos a sus sucesores, Ernesto Zedillo Ponce de León y Vicente Fox Quesada a los que no menciona directamente en su Segundo libro “La década perdida”, sólo mediante referencias de tiempo, lugar y papel, y por nombre, de manera indirecta, en citas de otras fuentes. En el caso de López Obrador, se refiere de manera expresa al ex jefe de Gobierno del Distrito Federal. Salinas de Gortari ex presidente de México (1988-1994), realiza un replanteamiento de la ideología del liberalismo social, ante el fracaso de lo que llama “la mancuerna perfecta”, la alianza entre neoliberalismo y populismo autoritario. El neoliberalismo que denuncia Salinas está representado en el texto por los ex presidentes Ernesto Zedillo Ponce de León y Vicente Fox Quesada, en tanto que el populismo autoritario está protagonizado por Andrés Manuel López Obrador. Cancelar “el gran viraje histórico”, que significan esas dos tendencias que sepultaron su ideario de neoliberalismo social, es para Salinas de Gortari “una asignatura pendiente que reclama —escribe— un compromiso decidido, en las palabras y en los hechos, con las mejores causas históricas de México”. En el libro La Década Perdida, que probablemente haya salido a la luz pública en estos últimos días, Salinas de Gortari expone “la urgencia de una nueva alternativa” para la modernización popular de México. ¿Cómo la ven? Ya pasaron a la historia algunas cuestiones que manejó en su primer libro donde mencionó “que el triunfo de Barrio en Chihuahua fortaleció su imagen ante el entonces presidente estadounidense, Bush padre, con quien en julio de 92 Salinas se reunía por décima ocasión. Otro beneficiario de Salinas fue Carlos Medina Plascencia, también de extracción empresarial, famoso por alardes de fundamentalismo religioso y por su tendencia al auto elogio, y a quien injustificadamente en 1991 otorgó la gubernatura de Guanajuato, quitándosela a Ramón Aguirre, el candidato del PRI, que había ganado los comicios. Cabe recordar que en esa ocasión el candidato del PAN no era Medina Plascencia, quien ni siquiera participó en la contienda, pero era bien visto por Salinas, y no Vicente Fox”. Sin embargo, se considera a Carlos Castillo Peraza, presidente del PAN de 1991 a 95, como el principal artífice de la alianza con Salinas y del consecuente crecimiento de su partido, que al principio de su gestión contaba con una gubernatura, 38 alcaldes, 220 regidores, 101 diputados federales, 87 locales y ningún senador, mientras que al término de la misma tenía 4 gobernadores, 156 alcaldes, 2600 regidores, 118 diputados federales, 126 plurinominales, 25 senadores y 14 asambleístas del DF. En aquel tiempo, el secretario general de ese partido, el partido salinista, propiamente, era nada menos que Felipe Calderón Hinojosa, hoy Presidente de México por el PAN. Luego del primer informe de gobierno de Salinas, los legisladores panistas justificaban su política económica, al grado de señalar que “por fin el gobierno reconoce conceptos económicos que el PAN ha venido difundiendo desde 1939”, fecha de la fundación de ese partido. En la sesión legislativa del 7 de noviembre de 1989, la bancada panista volvió a defender las tesis de Salinas y expuso que “fueron necesarios 60 años para acabar dando la razón a quienes en México en la avanzada, proclamamos como área vital, urgentísima, la reforma del Estado”. Pero volviendo en la actualidad con el referido y nefasto ex mandatario quien sigue satanizando los dos sexenios últimos, está de vuelta: describe al México actual en el desastre, rodeado por peligros, en medio de una gran polarización, y ante ello, se pronuncia por dar “la batalla de las ideas”, para que el país “retome el proceso de la modernización popular y soberanía”, donde el será el referido y emblemático luchador social. ¡Ver para creer! Todavía hay mucho que hablar al respecto, lo que trataremos en próxima colaboración. ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com