CONSTRUYAMOS UN DESTINO ESPLENDOROSO

Marco Antonio Figueroa Quinto



“Para mi fina y dilecta amiga, la profesora y licenciada María Blanca Luz Amezcua” Algunos lectores extrañan nuestra cotidiana arenga en contra de tipos malvados, necios y mal nacidos, los que seguramente no tengan tiempo de leer, concentrados en generar ideas de cómo hacer daño al prójimo, por ello trato de ubicarme y estar consciente de nuestra realidad circundante. Si ello sirve de algo a alguien bien, sino, cuando menos pretendemos contribuir a la reflexión existencial ¡Bien! Ahora detengamos nuestra alocada carrera diaria. ¿Adónde vamos con tanta prisa? ¡Ubiquémonos! Hagamos una lista de lo prioritario, importante y de lo urgente, ordenemos nuestras cosas pendientes. Respiremos profundo y pensemos con calma, ¿Qué queremos realmente de la vida? ¿Cual es nuestro máximo sueño? ¡Y una vez que lo identifiquemos vayamos por él! Rediseñemos metas pequeñas a corto plazo y cumplamos con ellas para que poco a poco, alcancemos metas mayores. Lo más importante de todo lo que está ocurriendo en este momento es que ¡Estamos vivos! Estar vivo es un regalo que muy pocas veces apreciamos en su exacta dimensión ¡Irónico, pero verdadero! Algo tenemos que hacer, alguna misión que cumplir, ¿Qué esperamos? Agradezcamos los dones que día a día nos ofrece la vida, contémoslos y hagamos buen uso de ellos, muchas veces tenemos más de lo que podemos disfrutar, pero nos cuesta trabajo reconocerlo. ¿Sabemos lo que pensamos de un problema, que es más importante y determinante que el problema en sí? Sé que muchas veces no es fácil enfrentarlos, pero, hagamos el esfuerzo de volvernos más positivos y mejorar nuestras actitudes. Evitemos ser portador de malas noticias, no nos involucremos en chismes o comentarios negativos hacia otras personas. ¡Vivamos y dejemos vivir! El pasado ya no importa, pues ya ocurrió; olvidémonos de los malos sentimientos; vivamos nuestros duelos; perdonemos y liberémonos del peso que por tanto tiempo hemos cargado. Abrámonos a comenzar de nuevo; podemos progresar y cambiar esta situación personal. Toma tiempo pero es posible mejorar nuestra situación en la vida por difícil que sea. Comencemos a ver los inconvenientes, como oportunidades y procuremos darle una respuesta creativa a cada situación. Comprometámonos a dar y a recibir con abundancia; Ofrezcamos a quien nos encontremos, siempre, un pequeño regalo: Una sonrisa, un gracias, un saludo, una palabra de aliento. Mantengamos en circulación la verdadera riqueza de la vida. Mostremos interés, aprecio y comprensión por los demás. Silenciosamente enviemos pensamientos de amor, tendamos puentes de solidaridad, paz y alegría, así como de comunicación que nos permitan expresar y compartir ideas y sentimientos. Dejemos de esperar a que otros se comuniquen con uno, Tomemos la iniciativa y acerquémonos a ellos para compartir y crear soluciones y estrategias para iniciar nuevos proyectos. Además recordemos que la comunicación es el puente que acorta las distancias que nos mantuvieron separados por diferencias o malos entendidos. Muchas personas estamos cargadas de emociones negativas y tensiones que potencian la ira. Cuando nos dejemos llevar por ella, terminaremos afectando y deteriorando en la mayoría de los casos, las relaciones con los demás. Además la ira se convierte en resentimiento cuando la hemos acumulado por mucho tiempo. Lo que no debe de ser ¿O sí? Y a quien verdaderamente acabamos dañando, es a la persona que lo siente y percibe en plenitud: ¡a uno mismo! Aprendamos a respirar imaginando que sale de uno, con cada respiración. Practiquemos hasta que uno se sienta mejor. Cuando está lloviendo fuerte, pensemos por un momento que el sol se ha ido. Pero si subimos a un avión y volamos por encima de las nubes nos daremos cuenta de que el sol brillante, sigue ahí. Esperemos a que las nubes se disipen para ver de nuevo al sol salir. ¡Vuela, el avión es uno! ¡No nos quedemos al margen del camino ¡No desistamos de marchar! La subida es escarpada, pero los resultados ofrecen la compensación. Todo tiende a evolucionar, por lento que sea este progreso. ¡Avancemos valientemente! ¡Avancemos decididamente! Y nunca pensemos en huir. La evolución ennoblece, la fuga entorpece. Fijemos la mirada en lo alto. Que nuestro lema siempre sea ¡Adelante! La ayuda está en uno mismo. No nos dejemos arrastrar por las malas tendencias.No pervertir nuestros elevados sentimientos, para no retroceder en la vida. ¡Manifestemos nuestra verdadera personalidad y tratar de ser fuerte! Mostremos que tenemos un alma inmortal y nos encaminamos hacia cosas grandes y elevadas. Cuentan que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena mientras pensaba: Si tuviera un auto nuevo, sería feliz, Si tuviera una casa grande, sería feliz, Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz, Si tuviera pareja perfecta, sería feliz, En ese momento, tropezó con una bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas una por una al mar cada vez que decía: Sería feliz si tuviera, Así lo hizo hasta que solamente quedaba una piedrita en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a su casa se dio cuenta de que aquella piedrita era un diamante muy valioso. ¿Te imaginas cuantos diamantes arrojó al mar sin detenerse y apreciarlos?Cuántos de nosotros pasamos arrojando nuestros preciosos tesoros por estar esperando lo que creemos perfecto o soñado y deseando lo que no se tiene, sin darle valor a lo que tenemos cerca. Miremos alrededor y si nos detenemos a observar nos daremos cuenta cuan afortunado se es, muy cerca de uno está el camino de la felicidad, y no le hemos dado la oportunidad de demostrarlo.Observemos la piedrita, que puede ser un diamante valioso. Cada uno de nuestros días es un diamante precioso, valioso e irremplazable. Depende de uno aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para nunca mas poder recuperarlo La tragedia de la vida no es que termina pronto, sino, que tardamos mucho en comenzar a vivirla de verdad. Esa es la cuestión y solución ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com