LOS POLÍTICOS Y LAS CAMPAÑAS ELECTORALES
Marco Antonio Figueroa Quinto
Marco Antonio Figueroa Quinto
Hemos comprobado a través de nuestra existencia que la verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio, por ello es menester, no solo como hombres bien nacidos, sino como individuos amantes de valores universales y como mexicanos preocupados por todo cuanto concierne a nuestro sufrido y vilipendiado país, hacer las observaciones pertinentes a lo que sucede a nuestro alrededor, encausando esta óptica a los políticos y las campañas electorales –tanto las que se acercan como las que permanentemente se están dando en nuestro entorno-, que se efectúan con engaño y perversión, pensando muchos de estos que la población está en constante parálisis cerebral lo que indigna y molesta, pues de todos es conocido las diferentes formas que estas se realizan, que con el mayor de los cinismo se ocultan cifras, se maquillan resultados, se protege al inepto, se ayuda al incondicional y se abusa del poder en beneficio de camarillas, en su mayoría desclasados, vende patrias, prestanombres, pervertidos y demás ralea, pobres individuos, que lo único que tienen es una inmensa fortuna, con la que piensan acallar momentáneamente al pueblo (con la ayuda de los medios masivos de comunicación) y su conciencia sobre constantes y sempiternas carencias en empleo, alimentación, vestido, vivienda y seguridad, y que en forma indigna pretenderán comprar honras con regalitos y prebendas, cuestiones en la que no debemos caer ni permitir. Recordemos en esto al ilustre Benjamín Franklin que externaba “Los que cambian su libertad por su seguridad, no merecen ni libertad ni seguridad”, pensamiento que debemos tener siempre presente, no siendo abyectos y entregar nuestros sufragios a individuos perversos y malignos, pues los más perjudicados serán como siempre nuestra progenie y descendencia.
Veamos lo que expresa el comunicador Gabriel Yorio González, que basado en datos al último informe de Deuda Pública de Entidades y Municipios elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al cierre del año 2006, “la deuda del estado de Veracruz creció en el último año cerca del 60 por ciento, pasando de tener un saldo de 3,464 millones de pesos a 5,514 millones de pesos” (proyectándose actualmente a siete mil y más con el gasto que se hará en la pretendida campaña de estado). “Dato que refleja el más alto endeudamiento del Estado en más de una década” –peor que la dejada por el nefasto Miguel Alemán-.
“Una vez más, el uso de la deuda pública no es malo por si mismo, ya que por ley debe ir dirigida a obra pública e infraestructura de alto impacto social. Muchas veces la deuda es la única manera de poder realizar grandes proyectos, por tanto, el hecho de contratar deuda no es preocupante, pero si la actitud del gobierno del estado por disfrazar una operación con la cual se incrementó la deuda en 60 por ciento y que llevó a máximos históricos el endeudamiento, y de esta manera, evitar un posible costo político”. Como se ve, otra vez nos están tratando de dar “atole con el dedo” pintando de rojo a la entidad, lo que representa la sangre derramada en todo el territorio, no solo por las muertes de algunos bandoleros, sino por el hambre, desempleo y necesidades de muchos, los que dudo que voten por sus opresores, sino al tiempo. Todo lo anterior no hace que perdamos el sentido del humor, que se refleja en la siguiente historia, que probablemente les ocurrirá a esos políticos desalmados, convenencieros y mentirosos, que hacen que las distancias entre millones de pobres y los pocos privilegiados se hagan más extensas, veamos entonces el siguiente deseo: “Un político llega a las puertas del cielo y se encuentra con San Pedro. Bienvenido al paraíso - le dice San Pedro- antes de que te acomodes, parece que hay un problema. Verás, muy raramente un político de alto vuelo ha llegado aquí, así que lo que haremos será hacerte pasar un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego podrás elegir donde pasar la eternidad. Lo acompaña al ascensor y baja hasta el infierno. Las puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf. A lo lejos hay un club y de pie delante de él están todos sus amigos políticos, todos bien vestidos y muy contentos. Corren a saludarlo, lo abrazan y recuerdan los buenos tiempos en los que se enriquecían a costa del pueblo. Juegan un partido de golf y luego por la noche cenan juntos en el Restaurante Gourmet del club, con langosta como plato principal. Comparten la noche con hermosísimas y liberales jovencitas.
Se encuentra también el Diablo que es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando chistes y bailando. Se divierten tanto que, antes de que se de cuenta, es ya hora de irse. Todos le dan un apretón de manos y lo saludan mientras sube al ascensor.
El ascensor sube, se abre la puerta y llega al cielo donde San Pedro lo está esperando.
“Ahora es el momento de pasar un día en el cielo”. Así que el político pasa las 24 horas saltando de nube en nube, tocando el arpa y cantando. Ya estaba aburrido cuando después de las 24 horas, San Pedro va a buscarlo: "Ya has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes elegir tu eternidad" El hombre reflexiona un momento y luego responde: "bueno el paraíso ha sido descansado, pero creo que he estado mejor en el infierno, definitivamente elijo el infierno" Así que San Pedro lo acompaña hasta el ascensor y otra vez baja hasta el infierno. Cuando se abren las puertas del ascensor, se encuentra en medio de una tierra desierta cubierta de excrementos y desperdicios.
Ve a todos sus amigos tristes, vestidos con harapos recogiendo desperdicios y metiéndolos en bolsas negras. El Diablo lo alcanza y le pone un brazo en el cuello.
"No entiendo balbucea el político- ayer estuve aquí y había lindas mujeres, un campo de golf y un club. Comimos langosta y caviar, bailamos y nos divertimos mucho. Ahora todo lo que hay es un lugar desértico lleno de porquerías. Y mis amigos parecen unos miserables". El Diablo lo mira, sonríe y dice: "Ayer estábamos en campaña. Hoy ya Votaste por nosotros".
Lo anterior y como chiste esta bien, que ello no sea un consuelo para el daño que sigue haciéndonos esa casta maldita, que solo ven al prójimo como un medio para que ellos sigan disfrutando de los beneficios a los que todos tenemos derechos, por ello debemos meditar bien nuestro voto, el que se debe de dar al menos maleado. Ya basta de seguir sufragando por los mismos de siempre. ¡El país necesita el cambio! No solo de siglas sino de actitud, mística y de personas, pues de continuar así, pronto nos veremos en una revolución, donde todos tenemos mucho que perder. Confiemos en la democracia, aunque no sea un sistema perfecto, si es el que atiende a las mayorías y eso ya es una ganancia. ¿O no? ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com
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